“¡Ucrania necesita el poder de fuego, no la letra pequeña!” Ese es el mensaje que el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky supuestamente entregó a Washington en un sorprendente llamado por misiles Tomahawk, según un informe del New York Times. Esta solicitud de alto riesgo es parte de un “paquete de disuasión no nuclear” clasificado en el llamado plan de victoria de Zelensky, una estrategia audaz destinada a asegurar a Ucrania contra futuros ataques.
Los misiles Tomahawk, con un asombroso alcance de más de 2,400 kilómetros (1,500 millas), podrían golpear profundamente en el territorio ruso, siete veces más lejos que los misiles ATACMS ya proporcionados por EE. UU. Sin embargo, a pesar de la insistencia de Zelensky, los funcionarios estadounidenses son cautelosos. Argumentan que otorgar a Ucrania acceso a los Tomahawk podría poner en peligro los intereses de seguridad global de América, particularmente en el Medio Oriente y Asia, donde el arsenal es crucial para las fuerzas estadounidenses.
Cuatro funcionarios estadounidenses confiaron al NYT que Zelensky se sorprendió durante su reciente visita a Washington cuando el presidente Joe Biden se negó a autorizar el uso de misiles estadounidenses por parte de Ucrania para ataques profundos dentro de Rusia. Aunque Zelensky ha sido vocal durante mucho tiempo sobre la necesidad de que Ucrania “contraataque más fuerte que nunca”, se informó que estaba sorprendido por la negativa de Biden a ampliar su alcance estratégico.
El plan de victoria de cinco puntos de Zelensky incluye secciones clasificadas, siendo la tercera enfocada en la “disuasión no nuclear”. Esta parte incluye el suministro propuesto de Tomahawk, una adición que cambiaría las reglas del juego y que Ucrania argumenta enviaría un mensaje inequívoco a Moscú y aseguraría su independencia.
La audaz propuesta no está exenta de riesgos. Ucrania ya ha tenido dificultades para justificar el uso de misiles de largo alcance ante sus aliados occidentales, y la lista de objetivos en Rusia supera con creces lo que a EE. UU. le resulta cómodo. La vacilación de Washington subraya el delicado equilibrio de poder y el miedo a la escalada que continúa moldeando este conflicto desgastante.
A medida que la solicitud de Ucrania por los Tomahawks enfrenta escepticismo, el mundo observa para ver si Zelensky puede persuadir a Biden y su administración para fortalecer las defensas de Ucrania con uno de los sistemas de misiles más poderosos del arsenal de América.
Las fuentes de este artículo incluyen: The New York Times, declaraciones del gobierno ucraniano.