Jeremy Clarkson, famoso por su estilo de vida sin disculpas, ahora tiene un giro inesperado en su carrera: mantenerse vivo. Después de un reciente susto de salud, los médicos revelaron que sus arterias estaban peligrosamente obstruidas, requiriendo urgentemente cirugía para prevenir un ataque al corazón. Sorprendentemente, Clarkson se enfrentó a la mesa de operaciones sin miedo, comparando el procedimiento con «arreglar las líneas de combustible de un coche.» Pero lo que vino después – la transformación del estilo de vida que los médicos insistieron – lo sacudió hasta su núcleo.
Para Clarkson, «no morir» ahora significa adoptar un estilo de vida consciente de la salud que no podría estar más alejado de sus habituales indulgencias. Los médicos le aconsejaron deshacerse de alimentos queridos como el tocino, el vino y la leche entera y reemplazarlos con col rizada, yogur griego y leche de almendra, que Clarkson compara con “mazapán licuado.” El ejercicio ahora es obligatorio, con órdenes de caminar, levantar pesas y sentarse repetidamente – ejercicios que él describe como «agotadores.»
Reflexionando sobre años de indulgencia – fumar en exceso, aventuras de alto octanaje y «cuatro pintas de vino al día» – Clarkson dice que “siempre supo que este estilo de vida no me iba a dejar vivir hasta los 112.” Pero a los 64 años, ha cambiado de opinión, ansioso por ver crecer a sus nietos y finalmente llegar a las Islas Galápagos.
Ahora, equilibrando 10 trabajos, desde presentar ¿Quién quiere ser millonario? hasta administrar una granja, Clarkson está añadiendo a regañadientes «no morir» como su undécimo. “Vivir mucho no debería significar vivir miserablemente,” argumenta, insinuando que todavía está descubriendo cómo sobrevivir sin sacrificar los placeres de la vida.