La comunidad de tenis ha estado siguiendo de cerca las luchas de Andrey Rublev con gran preocupación. Mientras que los espectadores suelen encontrar entretenimiento en los jugadores que pierden la compostura en la cancha, los arrebatos de Rublev han evocado un sentimiento diferente. En los últimos años, ha quedado claro que Rublev tiene dificultades para controlar su ira cuando entra en la cancha, lo que a menudo resulta en que se lastime a sí mismo al golpear su raqueta contra su muslo. A pesar de su encantadora personalidad fuera de la cancha, las frustraciones del juego parecen abrumarlo cuando el árbitro da la señal para jugar.
La reciente victoria de Rublev en el Masters de Madrid, a pesar de luchar contra una enfermedad, mostró su resiliencia. Sin embargo, este triunfo fue un raro momento destacado en una temporada llena de derrotas decepcionantes y crisis emocionales. Afortunadamente, Rublev ha experimentado un resurgimiento en su forma en el Masters de Toronto, incluyendo una notable victoria contra el número uno del mundo, Jannik Sinner, que lo llevó a otra final de Masters 1000.
En medio de su éxito en Canadá, Rublev ha abierto sobre la profundidad de sus luchas. Reveló que ha estado lidiando con la depresión y varios problemas personales fuera de la cancha durante muchos años. Este año, la presión se volvió demasiado para que él la manejara, lo que llevó a explosivos arrebatos durante los partidos. Rublev reconoce que ver imágenes de sus colapsos en la cancha es embarazoso y admite que no logró manejar sus emociones y estrés durante ese período.
Cuando se le preguntó cómo planea manejar sus niveles de estrés en el futuro, Rublev compartió que está trabajando activamente en ello con su entrenador y buscando ayuda externa. Reconoce la importancia de practicar la calma frente a la frustración y agradece a su entrenador por proporcionar lecciones de psicología para ayudar en su bienestar mental.
A medida que Rublev se prepara para el próximo Abierto de EE. UU., espera que su mejorada salud mental y los recientes resultados positivos en Canadá sean indicativos de un futuro más brillante en la cancha.