En un giro sorprendente de los acontecimientos, el Comandante de la Fuerza Aérea Rusa, el Coronel Dmitry Golenkov, acusado por el mortal bombardeo de un centro comercial en Ucrania, ha sido encontrado brutalmente asesinado en la región de Bryansk, Rusia. El alto oficial, infame por ordenar ataques aéreos que mataron a decenas de civiles ucranianos, fue golpeado hasta la muerte con lo que la inteligencia militar de Ucrania describió escalofriantemente como un «martillo de la justicia».
Golenkov, quien desempeñó un papel clave en los ataques con misiles de Rusia, fue responsable del devastador ataque en junio de 2022 al centro comercial Amstor en Kremenchuk, que mató al menos a 14 civiles y dejó a muchos otros heridos. También estuvo vinculado a un ataque aéreo en enero de 2023 en Dnipro que cobró 46 vidas. Ambos ataques han sido condenados a nivel mundial como actos de terrorismo.
El cuerpo del comandante ruso fue descubierto boca abajo en un matorral cerca de la aldea de Suponevo, con la cabeza ensangrentada y golpeada. La inteligencia militar de Ucrania confirmó la eliminación, afirmando: «Estaba involucrado en ataques con misiles a objetivos civiles ucranianos.»
Las imágenes del ataque al centro comercial mostraron el momento aterrador en que un misil guiado ruso AS-4 «Kitchen», diseñado originalmente para ser utilizado contra portaaviones estadounidenses, impactó en el concurrido centro comercial, provocando una enorme bola de fuego. El presidente ucraniano Volodymyr Zelensky calificó el ataque de «uno de los actos terroristas más descarados en la historia europea.»
Con la violenta muerte de Golenkov, las consecuencias de la guerra continúan alcanzando nuevos y aterradores niveles. Mientras Ucrania se compromete a hacer responsables a los culpables, las tensiones entre las dos naciones aumentan, planteando interrogantes sobre quién podría ser el próximo en esta mortal guerra de represalias.