En un movimiento para abordar el conflicto en curso en Ucrania, el presidente electo Donald Trump ha nominado al general retirado Keith Kellogg como enviado especial para la paz en Ucrania. El anuncio se hizo el 27 de noviembre, con Trump expresando su compromiso de «asegurar la paz a través de la fuerza» y hacer que América y el mundo sean seguros nuevamente.
Kellogg, un ex asesor de seguridad nacional del vicepresidente, aporta una amplia experiencia al cargo. Anteriormente, se desempeñó como Secretario Ejecutivo y Jefe de Gabinete del Consejo de Seguridad Nacional de EE. UU. durante la primera administración de Trump. Además, fue un asesor de confianza del entonces vicepresidente Mike Pence.
Esta nominación se produce después de que informes en junio revelaran que Kellogg y otro alto asesor de Trump, Frederick H. Fleitz, propusieron un plan para cesar la ayuda militar a Ucrania a menos que aceptara participar en negociaciones de paz con Rusia. Su propuesta también incluía congelar las líneas del frente en su posición actual y eliminar la adhesión de Ucrania a la OTAN de la discusión.
La decisión de Trump de elegir a Kellogg subraya su promesa de campaña de poner fin a la guerra de Rusia con Ucrania si es elegido. Sin embargo, su elección ha aumentado la incertidumbre en torno al esfuerzo bélico de Ucrania en un momento crítico. Las fuerzas rusas han estado logrando avances rápidos en los últimos meses, mientras que tropas norcoreanas están estacionadas en la región de Kursk de Rusia.
Mientras Trump considera otros candidatos para el papel de enviado especial para la paz en Ucrania, incluido el ex director de inteligencia Richard Grenell, la nominación de Kellogg muestra su dedicación a encontrar una resolución a este conflicto de larga data.