El mariscal de campo de los New York Jets, Aaron Rodgers, se encontró en un foco de atención inusual después de que un video viral pareciera mostrarlo comiendo mocos en la línea de banda durante el juego de los Jets del 20 de octubre contra los Pittsburgh Steelers. Los aficionados en las redes sociales no tardaron en burlarse de Rodgers, pero la estrella de la NFL negó rotundamente las acusaciones.
Hablando en The Pat McAfee Show el 22 de octubre, Rodgers abordó la controversia de frente. «En realidad, nunca he comido mis mocos,» declaró con orgullo, aunque admitió que el clip viral era «una mala imagen.» El video, que se difundió por X (anteriormente Twitter), muestra a Rodgers frotándose la nariz antes de aparentemente llevarse el dedo a la boca, un momento que provocó tanto asco como bromas en línea.
“Amo a Aaron Rodgers, pero tenía que saber que los medios lo estaban provocando,” escribió un aficionado en X. Otros tomaron un enfoque más humorístico, haciendo comentarios políticamente cargados y llamando al momento «asqueroso.»
Rodgers reconoció que la grabación parecía “un poco incriminatoria,” pero se mantuvo firme en su defensa, bromeando que una vista lateral demostraría que ningún moco entró en su boca. A pesar del extraño momento viral, Rodgers reflexionó sobre el juego en sí, criticando su propio desempeño en la derrota de los Jets por 37-15 y enfatizando la necesidad de que el equipo juegue con más alegría.
Aunque Rodgers lanzó dos intercepciones ese día, es su supuesto bocadillo en la línea de banda del que los aficionados no pueden dejar de hablar.