David Montgomery sintió que los Chicago Bears estaban “sacando la diversión” del fútbol. Así que, cuando se presentó la oportunidad de unirse a un equipo que valoraba la competitividad, dio el salto a los Detroit Lions, dejando atrás una organización que sentía que no estaba alineada con su impulso por ganar. Su nuevo hogar en Detroit le ha permitido prosperar junto al destacado novato Jahmyr Gibbs, ayudando a los Lions a convertirse en uno de los mejores equipos de carrera de la liga.
La decisión de Montgomery parece validarse no solo por su rendimiento, sino también por la fe que los Lions tienen en él. Recientemente, firmó una extensión de contrato de 2 años y $18.25 millones, añadiendo $10.5 millones en nuevo dinero garantizado. Esta extensión ha hecho que su antiguo compañero de los Bears, Tarik Cohen, se ría abiertamente de la gestión de los Bears, insinuando que la decisión del GM Ryan Poles de dejar marchar a Montgomery fue, en sus palabras, “estúpida AF.”
En sus cuatro partidos esta temporada, Montgomery ya tiene 63 acarreos y ha anotado un touchdown en cada juego, llevando a Detroit a un sólido inicio de 3-1. Reflexionando sobre su tiempo con los Bears, Montgomery dejó claro que se fue debido a la falta de competitividad. «Soy un competidor. Me gusta competir. De eso se trata el fútbol,» dijo el año pasado. Parece que la frustración por el récord de 25-42 de los Bears durante su tiempo allí lo empujó a buscar un equipo con verdadero potencial de playoffs.
Ryan Poles, sin embargo, insiste en que los Bears hicieron su parte, negociando de manera justa y transparente. Pero para Montgomery, ninguna cantidad de transparencia corporativa podría reemplazar la determinación en el campo que estaba buscando. Ahora, a medida que los Lions ascienden en las clasificaciones, la partida de Montgomery podría resaltar una pregunta más profunda para los Bears: ¿han perdido la ventaja competitiva necesaria para mantener a su mejor talento?