En un intenso partido de Sunday Night Football entre los Los Angeles Chargers y los New Orleans Saints, el centro de los Chargers, Bradley Bozeman, dejó claro que no toleraría ningún intento de lesionar al mariscal de campo Justin Herbert. La altercación estalló cuando el tackle defensivo de los Saints, Nathan Shepherd, realizó un movimiento peligroso, torciendo el ya vulnerable tobillo derecho de Herbert y derribándolo durante el segundo cuarto.
Herbert, quien ya había estado lidiando con un esguince de tobillo desde la Semana 3, evitó por poco una lesión mayor gracias a la intervención inmediata de Bozeman. Sin dudarlo, Bozeman empujó a Shepherd lejos de Herbert y lo lanzó al suelo, lo que llevó a los oficiales de la NFL a intervenir y separar a los dos jugadores.
El analista de ESPN, Emmanuel Acho, resonando con los sentimientos de los aficionados de los Chargers, condenó las acciones de Shepherd, llamando la jugada “basura” y “absolutamente inaceptable.” A pesar del claro juego sucio, la NFL sorprendió al penalizar a Bozeman por rudeza innecesaria, mientras que Shepherd no enfrentó consecuencias por sus acciones.
Después del partido, que terminó con una contundente victoria de 26-8 para los Chargers, Bozeman no expresó ningún arrepentimiento por defender a su mariscal de campo. “Ver a su mariscal de campo ser víctima de juego sucio a pesar de que los oficiales estaban mirando,” hizo que Bozeman se sintiera obligado a actuar, sin importar las repercusiones. Su rápida respuesta fue recibida con elogios en el vestuario de los Chargers, con el entrenador en jefe Jim Harbaugh y sus compañeros de equipo otorgándole el balón del partido por sus instintos protectores.
Aunque Bozeman probablemente enfrentará una multa por la penalización, los aficionados ahora exigen que la NFL tome medidas más contundentes contra Shepherd, incluyendo una posible suspensión. Hasta ahora, la liga no ha abordado la conducta de Shepherd, dejando a muchos cuestionando la consistencia de la arbitraje y la disciplina en la NFL.
Las acciones de Bozeman pueden haberle costado una penalización, pero su rápida defensa de Herbert envió un mensaje fuerte: los Chargers no tolerarán el juego sucio, especialmente cuando se trata de proteger a su mariscal de campo franquicia.