Los Denver Nuggets han apostado por Jamal Murray, firmando al estelar base un contrato de extensión de cinco años y 208 millones de dólares. Mientras que las hazañas de Murray en los playoffs de 2023 mostraron su talento, su contrato ha desatado un acalorado debate en toda la liga, con muchos preguntándose si su historial de lesiones y sus recientes dificultades justifican una inversión tan sustancial.
La extensión de Murray comienza con un considerable monto de 36 millones de dólares en 2024, posicionándolo como uno de los mejores pagados de la NBA. Es un movimiento de alto riesgo para Denver, ya que las lesiones pasadas de Murray—incluyendo una rotura de ACL en 2021—y un decepcionante desempeño en los Juegos Olímpicos de 2024 han generado preocupaciones sobre su durabilidad a largo plazo. Su participación en los Juegos Olímpicos lo vio promediar solo 11.3 puntos por partido con el equipo de Canadá, un marcado contraste con su habitual brillantez con los Nuggets.
A pesar de las preocupaciones, los analistas argumentan que Denver tenía poco margen de maniobra más que asegurar los servicios de Murray. Como señaló un analista, “Es una cantidad necesaria de riesgo. Los Nuggets tenían que hacer este trato y asegurarse de mantener a Murray en Denver.” La confianza de los Nuggets en Murray se basa en su fenomenal actuación en los playoffs de 2023, donde promedió 26.1 puntos, 7.1 asistencias y 5.7 rebotes. Con momentos como su tiro sobre la bocina contra los Lakers en el Juego 2 de la primera ronda, Murray demostró que es capaz de rendir en situaciones críticas.
Pero el acuerdo no está exento de riesgos. Al comprometer tanto espacio salarial a Murray, los Nuggets tendrán una flexibilidad limitada para añadir otros jugadores de alto calibre en una competitiva Conferencia Oeste. La salida de Kentavious Caldwell-Pope y los recientes problemas en la pantorrilla de Jamal Murray solo amplifican la presión sobre él para mantenerse saludable y rendir. El contrato de Murray también trae expectativas financieras: a partir de 2024, su patrimonio neto se sitúa alrededor de $425 millones, impulsado por inversiones y patrocinios, una cifra que probablemente crecerá a medida que su perfil aumente.
El alto salario de Murray significa que cada uno de sus movimientos será scrutinizado por aficionados, analistas y la oficina principal de los Nuggets. A medida que comienza esta temporada crítica, Murray necesitará demostrar que puede mantenerse en la cancha y cumplir con su potencial como una piedra angular de la franquicia junto a Nikola Jokić. Con las esperanzas de campeonato de los Nuggets en juego, esta temporada será fundamental para validar la fe de la organización en su estrella.