LeBron James y su hijo, Bronny, hicieron historia en la NBA al compartir la cancha por primera vez durante un juego de pretemporada entre los Los Angeles Lakers y los Phoenix Suns el 6 de octubre. El momento padre-hijo, que coincidió con el 20 cumpleaños de Bronny, fue profundamente significativo para LeBron, quien dijo que se sintió “surrealista” estar al lado de su hijo en un juego de la NBA.
Reflexionando sobre la importancia del momento, LeBron expresó cuán importante fue para él como padre, especialmente porque creció sin su propio padre en su vida. “Para un padre, significa todo”, dijo LeBron, explicando que su difícil infancia lo motivó a ser una influencia positiva para sus propios hijos. El padre de LeBron, Anthony McClelland, no fue parte de su vida y tenía un extenso historial criminal. A pesar de esto, LeBron se convirtió en uno de los mejores jugadores de baloncesto de la historia, construyendo una carrera y una vida familiar libres de escándalos.
El entrenador principal de los Lakers, JJ Redick, había informado a LeBron y Bronny que jugarían juntos contra los Suns, aunque el momento no fue confirmado. Cuando finalmente estuvieron juntos en la cancha, LeBron se sintió impactado por la realidad del momento, describiéndolo como si fuera una escena de The Matrix. Compartieron la cancha durante 4 minutos y 9 segundos en el segundo cuarto, con algunos errores iniciales pero eventualmente encontrando su ritmo. LeBron incluso defendió a Bronny ante los árbitros después de una falta, mostrando una combinación única de apoyo de compañero y paternal.
LeBron terminó su primera mitad con unos impresionantes 19 puntos, 5 rebotes, 4 asistencias y 2 bloqueos en solo 17 minutos, mientras que Bronny registró 2 rebotes y 4 pérdidas de balón en 14 minutos. Aunque el juego terminó con una derrota de los Lakers (118-114), el breve tiempo en la cancha juntos marcó un hito especial para la familia James y sugirió que vendrán más momentos compartidos.