La espera ha terminado. Kiyan Anthony, hijo del ícono de la NBA Carmelo Anthony, ha confirmado oficialmente su compromiso con Syracuse, cimentando un legado familiar en uno de los programas más históricos del baloncesto universitario. El prospecto de la Clase de 2025 anunció su decisión después de meses de especulación, y el mundo del baloncesto ya está emocionado por lo que le espera a esta prometedora joven estrella.
Siguiendo los Pasos de una Leyenda
Kiyan Anthony, un destacado jugador de Long Island Lutheran, redujo sus opciones a Auburn, USC y Syracuse. Aunque los otros programas presentaron oportunidades intrigantes, la conexión con Syracuse—donde Carmelo Anthony llevó a los Orange a su primer campeonato de la NCAA en 2003—resultó ser demasiado poderosa para ignorarla.
El legado siempre fue un factor, pero Kiyan enfatizó que esta decisión fue completamente suya. “Aunque sé que básicamente todo el mundo quiere que vaya a Syracuse, aún no he tomado la decisión”, dijo Kiyan anteriormente, destacando su enfoque reflexivo hacia el proceso.
Carmelo, quien jugó una sola temporada en Syracuse antes de convertirse en uno de los grandes de la NBA, evitó presionar a su hijo en cualquier decisión. En cambio, el padre Anthony permitió que Kiyan eligiera el camino que le parecía correcto.
¿Por qué Syracuse?
Para Kiyan, Syracuse ofrece más que solo un legado familiar: representa un programa construido para desarrollar jugadores para el siguiente nivel. Conocido por su rica historia en el baloncesto y su apasionada base de aficionados, los Orange proporcionan un escenario para que Kiyan brille. Con 6’5″, Kiyan ya está atrayendo la atención como un tirador preciso y un jugador de alto coeficiente intelectual, rasgos que podrían convertirlo en una pieza vital del futuro de Syracuse.
El compromiso de Kiyan también es un impulso muy necesario para Syracuse, que ha enfrentado desafíos en las últimas temporadas tratando de recuperar su antigua gloria. Agregar un recluta de alto perfil con profundas conexiones con el programa podría señalar un resurgimiento para los Orange, tanto en la cancha como en las contrataciones.
Comienza el Zumbido de la NBA
Incluso antes de pisar una cancha universitaria, ya ha comenzado el murmullo sobre el futuro de Kiyan en la NBA. Como hijo de un miembro del Salón de la Fama, Kiyan lleva tanto el peso de las expectativas como la promesa del potencial. Los cazatalentos y los aficionados están ansiosos por ver cómo se desarrolla en Syracuse, con muchos prediciendo que podría ser un jugador de un solo año como su padre.
Por ahora, sin embargo, Kiyan está enfocado en el presente: continuar su trayectoria ascendente en la escuela secundaria y prepararse para llevar su talento al Carrier Dome en 2025.
Un Legado Reavivado
La decisión de Kiyan de comprometerse con Syracuse es más que un hito personal: es un renacer del legado de los Anthony en un programa sinónimo de excelencia en el baloncesto universitario. Mientras los aficionados esperan su debut en el icónico naranja y azul, una cosa es segura: Kiyan Anthony tiene el potencial de escribir su propio capítulo en la histórica trayectoria de Syracuse, y el mundo del baloncesto estará observando cada paso del camino.
Con la llegada de Kiyan, los Orange podrían haber encontrado la chispa que necesitan para regresar a la cima del baloncesto universitario—y quizás, crear otra era de dominio liderada por los Anthony.