Tras los huracanes Helene y Milton, los drones se han vuelto indispensables en la ayuda humanitaria, revolucionando la forma en que los primeros respondedores y voluntarios abordan las crisis. Estos vehículos aéreos no tripulados se utilizan para localizar personas desaparecidas con cámaras térmicas, evaluar infraestructuras dañadas e incluso lanzar suministros esenciales desde el aire. Un caso destacado involucró a Walmart asociándose con el operador de drones Wing para entregar artículos críticos como medicamentos y fórmula para bebés a un refugio para ancianos aislado por inundaciones en Marion, NC.
Si bien la Administración Federal de Aviación (FAA) generalmente limita las operaciones de drones a la línea de visión, se hicieron excepciones de emergencia, permitiendo que los drones operen más allá del alcance visual, lo que hace posible apoyar zonas de desastre de difícil acceso. Con su capacidad para navegar por terrenos traicioneros, los drones han sido esenciales para inspeccionar áreas afectadas por la destrucción de las tormentas, capturando imágenes en tiempo real de casas destrozadas, líneas eléctricas caídas y carreteras obstruidas por escombros.
Además de los drones de grado profesional, civiles han saltado a la acción, desplegando sus drones personales para apoyar los esfuerzos de rescate. Grupos de voluntarios como First To Deploy y Unmanned Search and Rescue (USAR) han volado drones sobre áreas afectadas por desastres, mapeando deslizamientos de tierra, identificando zonas peligrosas e incluso localizando cuerpos en regiones remotas.
Los drones también han desempeñado un papel vital en mantener a los respondedores de emergencia enfocados en emergencias reales. Por ejemplo, Paladin, una startup de drones, asistió a los respondedores en Asheville, NC, respondiendo a llamadas al 911, reduciendo falsas alarmas y entregando suministros como chalecos salvavidas y Narcan a quienes lo necesitaban.
A pesar de que los drones están teniendo un impacto profundo, el aumento en su uso ha generado preocupaciones sobre la congestión del tráfico aéreo. La FAA reportó un aumento en los eventos de casi colisiones en el aire durante las secuelas de las tormentas, lo que llevó a restricciones temporales de vuelo para prevenir colisiones, lo que provocó cierta reacción negativa de los locales que temían que las restricciones obstaculizaran la entrega de ayuda.
Aun así, el éxito de los esfuerzos liderados por drones, como las operaciones de prueba de concepto de Walmart, ha destacado su potencial futuro. Tanto las empresas como las organizaciones de ayuda en desastres están ansiosas por explorar las aplicaciones a largo plazo de la tecnología de drones para revolucionar la entrega de ayuda en futuras crisis.