En un audaz salto para reforzar sus capacidades de defensa, Polonia está a punto de recibir una mejora de $7.3 mil millones para su flota de aviones de combate F-16, según lo aprobado por el Departamento de Estado de EE. UU. Este posible cambio de juego llevará a las aeronaves al estándar de Viper Midlife Upgrade (MLU), equipando a la flota aérea de Polonia con tecnología de vanguardia y elevando su poder aéreo a alturas sin precedentes.
Bajo la propuesta, Polonia ha solicitado un paquete de mejora completo que incluye 58 radares de matriz de escaneo electrónico activo (AESA) y 73 suites de guerra electrónica integrada Viper, diseñadas para detectar y neutralizar amenazas con mayor precisión que nunca. Los elementos adicionales en el paquete de mejora incluyen aviónica avanzada, sistemas de prueba de misiles, software crítico y soporte logístico para optimizar la preparación operativa.
Este movimiento se produce en medio de crecientes preocupaciones de seguridad en Europa del Este y destaca la determinación de Polonia para fortalecer sus defensas aéreas. Con estas mejoras, la Fuerza Aérea Polaca ganará mayor vigilancia, capacidades de puntería y una mejor preparación para el combate, añadiendo un poder de fuego significativo a las defensas orientales de la OTAN.
Lockheed Martin, el gigante de defensa con sede en Greenville, Carolina del Sur, liderará el proyecto de renovación. No será necesario contar con personal adicional de EE. UU. en suelo polaco, lo que indica que Polonia integrará completamente las mejoras en su infraestructura actual. La Agencia de Cooperación de Seguridad de Defensa de EE. UU. (DSCA) ha enmarcado el movimiento como un impulso crítico para la defensa de Polonia y la posición estratégica de la OTAN, subrayando aún más el compromiso de Washington de fortalecer alianzas en respuesta a las crecientes tensiones en la región.
Los términos y costos finales están sujetos a negociación, pero el mensaje claro es que Polonia está lista para dar un paso significativo en la seguridad de sus fronteras y en el apoyo al frente oriental de la OTAN—un movimiento que se espera que reconfigure el equilibrio de poder y refuerce la estabilidad regional.