El 27 de septiembre de 2024, Lockheed Martin obtuvo un contrato significativo de $3.2 mil millones con la Fuerza Aérea de EE. UU. para la producción masiva de Misiles Anti-Barco de Largo Alcance AGM-158C (LRASM) y Misiles de Superficie a Aire AGM-158B (JASSM). El acuerdo, que se extenderá hasta julio de 2032, también incluye ventas a aliados clave de EE. UU. como Japón, los Países Bajos, Finlandia y Polonia, lo que señala una expansión agresiva de la producción global de municiones bajo la nueva iniciativa de adquisiciones multianuales del Pentágono.
La iniciativa, históricamente reservada para activos más grandes como barcos y aviones, ahora se ha ampliado a municiones críticas mientras EE. UU. busca aumentar su capacidad industrial. Esta estrategia tiene como objetivo reforzar la disuasión contra China y fortalecer la cadena de suministro de defensa, particularmente a medida que las demandas de defensa de EE. UU. aumentan en medio del apoyo continuo a los esfuerzos bélicos de Ucrania contra Rusia.
El contrato es parte de un programa más amplio conocido como el «programa piloto de adquisiciones de grandes lotes», destinado a acelerar la producción de misiles y expandir la producción anual de misiles JASSM y LRASM de Lockheed Martin. Lockheed Martin enfatizó que esta adquisición multianual mejorará la resiliencia de la industria de defensa de EE. UU. y permitirá una rápida escalabilidad de la producción en tiempos de mayor demanda.
La fabricación de los misiles se llevará a cabo en las instalaciones de Lockheed Martin en Orlando, Florida. De los $3.2 mil millones del contrato, la Fuerza Aérea de EE. UU. invertirá $1.5 mil millones en la producción de misiles, y otros $2 millones para operaciones y mantenimiento, mientras que la Marina de EE. UU. contribuirá con $176 millones. Además, el Pentágono dedicará $752 millones a ventas militares extranjeras a aliados como Japón y Polonia.
Los misiles JASSM son misiles de crucero de precisión diseñados para permitir que las aeronaves ataquen objetivos terrestres desde una distancia segura, fuera del alcance de las defensas aéreas enemigas. La variante LRASM, derivada de la plataforma JASSM, se centra en capacidades antibuque, lo que permite a las fuerzas estadounidenses destruir objetivos navales desde posiciones de largo alcance, aumentando la flexibilidad en el campo de batalla en conflictos marítimos.
El mismo día, el Departamento de Estado de EE. UU. aprobó la posible venta de 100 Misiles Guiados Avanzados Antirradiación de Rango Extendida (AARGM-ER) a Australia, valorados en 405 millones de dólares. Fabricados por Northrop Grumman, los misiles AARGM-ER mejorarán la capacidad de Australia para detectar y neutralizar sistemas de radar enemigos, fortaleciendo su postura de defensa aérea en el teatro del Pacífico. Esta venta subraya la creciente importancia de la cooperación en defensa entre EE. UU. y Australia a medida que las tensiones geopolíticas en el Indo-Pacífico continúan en aumento.
En resumen, el contrato de misiles multianual otorgado a Lockheed Martin refleja la estrategia más amplia del Pentágono para optimizar la producción de municiones y salvaguardar la resiliencia de la base industrial de defensa de EE. UU. Con el aumento de las amenazas y un entorno de seguridad global cada vez más complejo, este contrato asegura que el ejército de EE. UU. y sus aliados permanezcan bien equipados. Mientras tanto, la venta de misiles AARGM-ER a Australia refuerza la asociación de defensa en el Pacífico, fortaleciendo aún más los esfuerzos de seguridad liderados por EE. UU. en la región.
Foto de Lockheed Martin