A medida que las explosiones retumbaban en Teherán el viernes por la noche, un alto funcionario estadounidense confirmó que los masivos ataques aéreos de represalia de Israel contra objetivos militares iraníes contaban con el pleno apoyo de Estados Unidos. Sean Savett, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, declaró que los ataques de Israel eran una respuesta directa al asalto con misiles de Irán del 1 de octubre a Israel y se consideraban una acción defensiva. “Entendemos que Israel está llevando a cabo ataques selectivos… como un ejercicio de defensa propia,” dijo Savett a CNN. El presidente Joe Biden fue notificado del ataque con anticipación y está monitoreando la situación de cerca.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) describieron los ataques aéreos como «precisos» y centrados en desmantelar las capacidades de misiles y drones de Irán, que Israel afirma han estado involucrados en ataques continuos a través de los proxies de Irán en la región. Según un comunicado de las FDI, Israel ha estado enfrentando ataques en “siete frentes” desde principios de octubre, incluyendo lanzamientos de misiles directos desde territorio iraní. Las FDI citaron el “derecho y deber” de Israel de responder a estas amenazas y anunciaron que se habían activado todas las medidas ofensivas y defensivas para la operación.
Testigos en Teherán informaron haber escuchado explosiones intensas, con un local diciendo: “Fue tan fuerte que el cielo se volvió rojo.” Mientras tanto, los medios estatales iraníes minimizaron el ataque, atribuyendo algunas explosiones a sistemas de defensa aérea en acción. Aunque los funcionarios israelíes aseguraron a sus contrapartes estadounidenses que no se atacarían sitios civiles o nucleares críticos, los ataques marcan, no obstante, una escalada sin precedentes en las tensiones israelíes-iraníes.
El Líder Supremo de Irán, el Ayatollah Ali Khamenei, ha preparado múltiples planes de respuesta, según funcionarios que hablaron de forma anónima con The New York Times. Estos planes varían según la magnitud del daño causado por los ataques aéreos de Israel, considerando Irán contraataques si se golpean instalaciones estratégicas o sitios vitales. Algunos insiders militares advierten que las acciones de Israel podrían desencadenar una feroz respuesta iraní, incluyendo el posible lanzamiento de 1,000 misiles balísticos, un aumento de cinco veces en comparación con el asalto de Irán en octubre.
Los ataques se produjeron cuando el Secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, regresó de una gira por Oriente Medio, donde supuestamente aconsejó a los líderes israelíes evitar la escalada y mantener los ataques limitados a objetivos militares. Con Oriente Medio ya en alta alerta, los líderes regionales advierten que las represalias descontroladas podrían desestabilizar un paisaje ya volátil.
A medida que los jets israelíes regresan a casa y las tensiones continúan en aumento, el mundo observa de cerca, preparándose para el próximo movimiento de Irán en este peligroso enfrentamiento.