SpaceX acaba de conseguir un impresionante contrato de $744 millones de la Fuerza Espacial de EE. UU., demostrando una vez más que cuando se trata de lanzar misiones de seguridad nacional, el imperio de Elon Musk es imparable. El Comando de Sistemas Espaciales entregó las enormes órdenes de tarea a SpaceX, asignándoles la misión crítica de enviar naves espaciales a la órbita tanto para la Agencia de Desarrollo Espacial (SDA) como para la Oficina Nacional de Reconocimiento (NRO).
Pero espera—esto no se trata solo de poner satélites en el espacio. Es parte de una gran estrategia para construir la Arquitectura Espacial de Combatientes Proliferados (PWSA), que tiene como objetivo asegurar la dominancia de EE. UU. en la defensa espacial. El Falcon 9 de SpaceX ya marcó el tono en abril con un lanzamiento de 10 de los 28 satélites planeados desde la Base de la Fuerza Espacial de Vandenberg, y ahora están listos para continuar impulsando a EE. UU. hacia el futuro con más lanzamientos.
Con estas misiones de alto riesgo, SpaceX está demostrando una vez más que no es solo una empresa privada—se está convirtiendo en un pilar de la seguridad nacional. ¿Qué sigue para el coloso espacial de Musk? ¡Solo el cielo—o más bien, el espacio—es el límite!