En una respuesta crítica a las masivas pérdidas de tanques en Ucrania, Rusia ha comenzado a equipar sus tanques T-80VM con armaduras reactivas avanzadas y una protección mejorada en la torreta. Después de meses de emboscadas devastadoras por parte de las fuerzas ucranianas que utilizan misiles antitanque como los Javelins y NLAWs, los tanques rusos han sufrido grandes pérdidas, lo que ha llevado a esta urgente actualización defensiva.
Desde el inicio de la guerra, las fuerzas ucranianas han atacado hábilmente a los tanques rusos, utilizando el terreno y los paisajes urbanos para lanzar ataques letales desde posiciones ocultas y elevadas. La inteligencia de código abierto, como Oryx, estima que casi la mitad de la flota activa de tanques de Rusia se ha perdido, con más de 1,700 tanques completamente destruidos. La magnitud de estas pérdidas ha llevado a Rusia a replantear su estrategia de blindaje, recurriendo a armaduras reactivas y defensas adicionales en la torreta para contrarrestar las modernas capacidades antitanque de Ucrania.
TASS informó recientemente que estas mejoras se centran en fortalecer la supervivencia del tanque T-80VM. La armadura mejorada incluye protección modular y un sofisticado sistema de protección activa destinado a detectar y neutralizar misiles entrantes. Estas mejoras están destinadas a contrarrestar la principal amenaza que enfrentan los tanques rusos: ataques desde arriba de misiles antitanque que explotan la armadura superior más débil. Sin embargo, quedan preguntas sobre la efectividad de estas mejoras, particularmente contra el uso táctico continuo de Ucrania de posiciones de disparo elevadas y el terreno.
Las nuevas protecciones plantean varios puntos críticos: ¿Pueden estas mejoras realmente defenderse contra ataques de arriba hacia abajo? ¿Y hasta qué punto el sistema de protección activa intercepta misiles antes del impacto? Las capacidades de defensa hemisférica—protegiendo tanques desde todos los ángulos, incluyendo desde arriba—serán cruciales si Rusia espera prevenir más pérdidas en zonas de combate urbanas y accidentadas.
Para Rusia, estas mejoras son una carrera contra el tiempo, ya que las tácticas antitanque de Ucrania continúan evolucionando. Con la guerra aún en desarrollo, la pregunta es si estas nuevas defensas serán suficientes para salvar la flota blindada de Rusia o si las fuerzas ucranianas se adaptarán una vez más, dejando a los tanques rusos vulnerables a pesar de estas nuevas protecciones.