En un movimiento estratégico para contrarrestar la creciente influencia de China, el Reino Unido, en coordinación con Estados Unidos, está intensificando las patrullas de la Royal Navy en la región del Indo-Pacífico. La presencia británica fortalecida, con dos buques de patrulla y una próxima visita de un Grupo de Ataque de Portaaviones a Singapur, tiene como objetivo salvaguardar la seguridad marítima y apoyar a los aliados en medio de la creciente agresión china. El Primer Ministro Keir Starmer, subrayando el compromiso del Reino Unido, declaró que esta presencia reforzada es solo el comienzo de la participación dedicada de Gran Bretaña en asegurar la estabilidad regional junto a sus socios internacionales.