En una advertencia contundente a solo unas semanas de las elecciones estadounidenses del 5 de noviembre, funcionarios de inteligencia revelaron el martes que actores extranjeros, incluidos Rusia, China e Irán, están trabajando activamente para socavar la democracia americana. Estas naciones, dicen, no solo están difundiendo desinformación para crear división, sino que también podrían considerar incitar a la violencia tras la votación.
La Oficina del Director de Inteligencia Nacional (ODNI) informó a los reporteros, expresando preocupaciones de que estos adversarios extranjeros están refinando sus tácticas de elecciones anteriores. «Los actores extranjeros, particularmente Rusia, Irán y China, siguen decididos a avivar narrativas divisivas para dividir a los estadounidenses y socavar la confianza en el sistema democrático de EE. UU.», dijo un funcionario de inteligencia.
Si bien los funcionarios no han detectado colaboración entre los tres países, cada uno está desplegando individualmente operaciones cibernéticas e informativas para sembrar discordia. Rusia e Irán, en particular, podrían ir más allá, considerando amenazas físicas y violencia después del Día de las Elecciones, una perspectiva que mantiene a las agencias de seguridad de EE. UU. en alta alerta.
En un ejemplo particularmente preocupante, agentes de desinformación rusos supuestamente crearon una publicación falsa en redes sociales dirigida al gobernador de Minnesota, Tim Walz, compañero de fórmula de la vicepresidenta Kamala Harris. La publicación generada por IA, diseñada para fabricar acusaciones dañinas, subraya cómo los actores extranjeros están utilizando tecnología avanzada para influir en las elecciones.
Aunque la inteligencia de EE. UU. enfatiza que el sistema de votación es seguro y que los actores extranjeros no pueden cambiar el resultado, el temor es que los disturbios post-electorales puedan ser alimentados por estos esfuerzos. Con la elección prevista para ser reñida, las apuestas son altas, y las agencias estadounidenses se están preparando para la posibilidad de protestas y violencia avivadas por fuerzas externas.
«A Rusia le gustaría que el expresidente ganara», comentó un funcionario de la ODNI, añadiendo que, si Harris prevalece, se espera que Rusia intensifique sus esfuerzos para desestabilizar su presidencia.
A medida que el mundo observa de cerca, el FBI, la ODNI y otras agencias de inteligencia están apresurándose a contener esta amenaza antes de la votación, con el objetivo de proteger no solo la integridad de las elecciones, sino también la estabilidad de la nación en las tensas semanas que seguirán.