PepsiCo ha realizado un gran movimiento para abordar las frustraciones de los consumidores al añadir un 20% más de papas fritas en sus bolsas «bonus» de Tostitos y Ruffles, manteniendo el mismo precio. Este cambio sigue a las crecientes quejas sobre la «shrinkflation», donde los consumidores reciben menos producto por el mismo precio o uno más alto. Además de las bolsas más grandes, la compañía incluirá dos bolsas más pequeñas adicionales en sus paquetes de variedad, proporcionando un mejor valor a los clientes. Las acciones de PepsiCo tienen como objetivo reconstruir la confianza tras haber sido criticada por las porciones reducidas en medio de la creciente inflación.