En un mitin de alto riesgo en Georgia, la vicepresidenta Kamala Harris y el expresidente Barack Obama hicieron su primera aparición conjunta en la campaña, emitiendo una advertencia contundente a los votantes a solo semanas del Día de las Elecciones. Reuniéndose en el suburbio de Atlanta, Clarkston, Harris y Obama se dirigieron a una multitud llena el jueves, con Harris invocando el icónico lema de Obama: “¡Sí se puede!” Luego prometió: “Vamos a ganar”, señalando un fuerte impulso por el momentum demócrata en el estado clave.
El mensaje de Obama a los votantes de Georgia fue serio, enfatizando los riesgos de un regreso de Trump a la Oficina Oval. Argumentó que las payasadas de Trump pueden parecer «ridículas», pero su presidencia sería todo menos eso, subrayando comentarios recientes del exjefe de personal de Trump, John Kelly, quien describió a Trump como encajando “en la definición general de fascista.” Obama advirtió: “No es momento de arriesgarse a que un hombre poco serio dirija un país dividido.”
Harris hizo eco de las preocupaciones de Obama, describiendo el posible segundo mandato de Trump como “brutalmente serio” y pidiendo un nuevo liderazgo. Enfatizando la necesidad de una nueva dirección, destacó una diferencia de edad de casi dos décadas entre ella y Trump, diciendo: “Hay un llamado abrumador por un nuevo comienzo… un líder que te verá, que te comprende y que luchará por ti.”
En un llamado a los estadounidenses trabajadores, Harris delineó sus objetivos para reducir los costos de los alimentos, la atención médica y la vivienda, prometiendo aliviar la carga sobre los hogares de todo el país. “Reducir el costo de la vida será mi enfoque todos los días como presidenta,” prometió.
El mitin atrajo a estrellas, con Samuel L. Jackson, Spike Lee, Tyler Perry y Bruce Springsteen entre los asistentes. Springsteen, al respaldar a Harris, declaró: “Quiero un presidente que reverencie la Constitución”, contrastando a Harris con Trump, a quien describió como “candidato a ser un tirano estadounidense”.
El mitin en Georgia marca un momento crucial para la boleta demócrata, ya que Harris se prepara para unirse a la ex Primera Dama Michelle Obama en Michigan—un estado clave—para otro mitin el sábado. Las apuestas son más altas que nunca, con Harris y su equipo promoviendo el mensaje de que el futuro de América está en juego.