En una carta contundente dirigida a funcionarios de EE. UU., más de 50 legisladores están exigiendo respuestas sobre por qué el gigante petrolero estadounidense Schlumberger (SLB) sigue operando en Rusia, a pesar de la guerra en curso en Ucrania. El grupo bipartidista, liderado por los representantes Lloyd Doggett (D-TX) y Jake Auchincloss (D-MA), está pidiendo sanciones más estrictas contra el petróleo ruso y acusando a la compañía de alimentar la máquina de guerra de Vladimir Putin.
La carta, enviada a la secretaria del Tesoro Janet Yellen y al secretario de Estado Antony Blinken, expresa alarma por el hecho de que SLB continúa firmando nuevos contratos, reclutando personal e importando millones de dólares en equipo a Rusia desde la invasión de Ucrania por parte de Moscú en 2022. Los legisladores argumentan que este apoyo está financiando directamente la guerra.
«Esta empresa con sede en EE. UU. está manteniendo… la máquina de guerra de Putin bien engrasada con financiamiento para la invasión bárbara de Ucrania,» dice la carta, instando a una acción inmediata para cerrar las lagunas que han permitido a SLB evadir las sanciones impuestas por EE. UU. y sus aliados.
Auchincloss enfatizó la importancia estratégica del petróleo para la economía de guerra de Rusia, afirmando: «El petróleo es la sangre vital de los esfuerzos bélicos de Putin, y permitir que SLB opere en Rusia solo fortalece su capacidad para financiar esta ofensiva ilegal.»
Mientras algunas empresas han salido de Rusia en respuesta a las sanciones, SLB se ha mantenido, lo que genera preocupaciones sobre la efectividad de las políticas actuales. Los funcionarios del Tesoro de EE. UU. reafirmaron su compromiso de hacer cumplir las sanciones, pero no ofrecieron ninguna explicación inmediata para la excepción que permite a SLB operar.
A medida que la situación continúa desarrollándose, aumenta la presión sobre la administración Biden para restringir aún más el acceso de Rusia a recursos críticos, asegurando que las empresas estadounidenses no fortalezcan inadvertidamente el fondo de guerra de Putin.