En una declaración audaz y controvertida que ha generado un intenso debate en foros internacionales, el legislador ucraniano Oleksandr Merezhko ha criticado enérgicamente el supuesto plan del ex presidente de EE. UU. Donald Trump para «congelar» la invasión a gran escala de Rusia en Ucrania. Hablando con el Kyiv Independent el martes, Merezhko desestimó la estrategia como «irrealista», destacando los significativos desafíos políticos y logísticos que socavan su viabilidad.
“Este plan no parece realista porque implica el acuerdo del presidente Vladimir Putin, quien es absolutamente poco confiable y no digno de confianza cuando se trata de observar cualquier acuerdo,” afirmó Merezhko. Enfatizó que “Putin, hasta ahora, no está interesado en negociaciones ni acuerdos. Aún cree que puede ganar.”
Trump ha afirmado públicamente que podría poner fin a la guerra de Rusia en “24 horas” si es reelegido, aunque aún no ha proporcionado detalles concretos sobre cómo pretende lograr esta rápida resolución. Informes sugieren que el círculo íntimo de Trump está contemplando estrategias que podrían implicar presionar a Ucrania para ceder territorio o abandonar sus aspiraciones de pertenecer a la OTAN como parte del plan para detener el conflicto.
El candidato a la vicepresidencia republicana J.D. Vance añadió al discurso en septiembre al esbozar una propuesta para congelar la guerra mediante el establecimiento de regiones autónomas a ambos lados de una zona desmilitarizada, excluyendo efectivamente a Ucrania de la OTAN. Esta idea, reportada por el Financial Times el 28 de octubre, parece inspirarse en los Acuerdos de Minsk de 2014 y 2015, que tenían como objetivo crear zonas autónomas en partes ocupadas por Rusia de los óblasts de Donetsk y Lugansk, pero que finalmente fracasaron en asegurar una paz duradera.
Un asesor de larga data de Trump reveló que el nuevo plan busca repensar los fracasados acuerdos de Minsk incorporando mecanismos de aplicación y consecuencias por cualquier violación. Sin embargo, a diferencia de los acuerdos anteriores, esta estrategia dependería de tropas europeas en lugar de fuerzas de la OTAN o cascos azules de la ONU para mantener el orden y asegurar el cumplimiento.
Merezhko contrarrestó estas propuestas abogando por lo que él llama el “Plan de Victoria” presentado por el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy. “En mi opinión, el único plan realista es el ‘Plan de Victoria’ propuesto por el presidente Zelensky,” afirmó Merezhko, argumentando que el verdadero camino para poner fin a la guerra radica en “fortalecer a Ucrania y así forzar a Putin a sentarse en la mesa de negociaciones.”
El debate sobre el plan de Trump subraya las tensiones más amplias dentro de los círculos de política exterior de EE. UU. respecto a las estrategias más efectivas para apoyar a Ucrania mientras se enfrenta a la agresión rusa. Los críticos argumentan que sin un compromiso genuino de Rusia para honrar cualquier acuerdo, tales planes siguen siendo especulativos y carecen de la base necesaria para el éxito.
“El enfoque de Trump simplifica en exceso un conflicto profundamente complejo,” señaló la Dra. Elena Martínez, profesora de derecho internacional en la Universidad de Harvard. “Negociar el fin de la guerra requiere más que solo presión; demanda una estrategia integral que aborde las causas subyacentes del conflicto y garantice una paz duradera.”
A medida que se acerca la elección presidencial en EE. UU., la viabilidad del plan de Trump sigue siendo un tema muy debatido. Tanto los votantes como los responsables de políticas están observando de cerca la situación en desarrollo, sopesando los posibles beneficios de una resolución rápida frente a los desafíos prácticos y riesgos de respaldar una estrategia que carece de caminos de ejecución claros.
Para los lectores estadounidenses, entender las complejidades de estas propuestas es crucial para evaluar la dirección futura de la política exterior de EE. UU. y su compromiso de apoyar a los aliados democráticos frente a la agresión autoritaria. Las discusiones en torno al plan de Trump y los contrapuntos de Merezhko destacan la lucha continua por equilibrar el idealismo con el realismo en las relaciones internacionales.
A medida que la comunidad global continúa lidiando con las ramificaciones de la guerra entre Rusia y Ucrania, la efectividad de soluciones propuestas como el plan de «congelación» de Trump jugará un papel fundamental en la configuración del futuro de la seguridad regional e internacional.