La frustración de Ucrania está en aumento a medida que EE. UU. despliega sistemas avanzados de defensa aérea para proteger a Israel, pero las súplicas de Kyiv por el mismo apoyo quedan sin respuesta. El presidente Zelenskyy cuestionó recientemente por qué los aliados estadounidenses están dispuestos a derribar misiles en el Medio Oriente, pero dudan cuando se trata de drones rusos sobre Ucrania, lo que deja a Kyiv sintiéndose cada vez más marginado.
A medida que los líderes estadounidenses refuerzan las defensas para Israel, citando la amenaza nuclear como una restricción para la intervención en Ucrania, los expertos advierten que esta postura cautelosa puede alentar a naciones armadas con armas nucleares como Rusia. “La dura respuesta que los ucranianos no quieren escuchar es que arriesgamos una guerra nuclear con Rusia, pero no con Irán”, dijo un asistente del Senado de EE. UU.
Los aliados de la OTAN, incluidos Polonia y Rumanía, han movilizado jets en respuesta a los fallos de misiles rusos sobre sus fronteras, pero siguen siendo cautelosos ante una intervención a gran escala, que podría provocar confrontaciones peligrosas con Moscú. “Para que Occidente defienda los cielos de Ucrania, significaría una contribución mucho mayor con un riesgo mayor”, explicó Matthew Savill del Royal United Services Institute.
El llamado de Zelenskyy por la paridad subraya la creciente percepción en Kyiv de que los países armados con armas nucleares disfrutan de un nivel de deferencia que se les niega a otros. Este temor podría llevar a naciones como Irán a replantearse sus opciones nucleares, advirtió el analista ucraniano Mykola Bielieskov. Desde la perspectiva de Kyiv, la moderación de EE. UU. hacia Rusia, aunque sea un gesto hacia la desescalada, podría estar empujando indirectamente una tendencia peligrosa en la proliferación nuclear, un escenario que Ucrania teme que podría remodelar la dinámica de defensa global.