Los residentes de la costa del Golfo de Florida se preparan para otra crisis ambiental, ya que las mortales ‘mareas rojas’ amenazan la zona tras la secuencia de huracanes. Muestras recientes de agua e imágenes satelitales han detectado niveles alarmantes de Karenia brevis, la alga responsable de estas floraciones tóxicas, justo frente a la costa de la Bahía de Tampa.
Las mareas rojas ocurren cuando este tipo de alga se prolifera de manera incontrolable, convirtiendo las aguas en un siniestro color marrón rojizo y liberando potentes neurotoxinas que pueden ser perjudiciales tanto para la vida marina como para los humanos. A medida que estas toxinas llegan a la costa, representan graves riesgos respiratorios, incluyendo falta de aliento, tos y estornudos. En casos extremos, la exposición puede escalar a condiciones respiratorias serias como neumonía y bronquitis, particularmente para individuos con problemas respiratorios preexistentes.
El impacto de las mareas rojas puede ser catastrófico; las toxinas pueden causar intoxicación paralítica por mariscos (PSP), que es fatal en aproximadamente el 8.5% de los casos. Según los Centros Nacionales para la Ciencia Oceánica Costera (NCCOS), la presencia de Karenia brevis a lo largo de las costas de los condados de Pinellas y Sarasota ha alcanzado concentraciones que podrían irritar los sistemas respiratorios de los bañistas, especialmente cuando los vientos soplan hacia la costa.
El oceanógrafo Richard Stumpf de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) comparó los síntomas de la exposición a la marea roja con un “resfriado instantáneo”, destacando que, aunque los síntomas a menudo desaparecen rápidamente al abandonar el área contaminada, aquellos con asma u otras condiciones respiratorias podrían enfrentar complicaciones que amenazan la vida.
Además de los riesgos para la salud de los humanos y las mascotas, las mareas rojas pueden devastar los ecosistemas marinos locales, lo que lleva a masivas mortandades de peces y deja las playas cubiertas de vida marina en descomposición. Un ejemplo notable ocurrió en marzo de 2023 cuando las condiciones de marea roja resultaron en miles de peces muertos llegando a la costa a lo largo de la costa del Golfo, lo que llevó a la cancelación de eventos como el BeachFest anual en Indian Rocks Beach.
La amenaza de marea roja de este año se ha visto agravada por el reciente paso del Huracán Helene y el Huracán Milton. Si bien los huracanes no causan directamente las mareas rojas, pueden intensificar las floraciones existentes al agitar aguas ricas en nutrientes y aumentar el escurrimiento de nutrientes desde la tierra debido a las fuertes lluvias. Tras el impacto del Huracán Helene el 26 de septiembre, la Comisión de Pesca y Vida Silvestre de Florida informó sobre concentraciones preocupantes de Karenia brevis en aguas costeras, un problema que se agravó con el Huracán Milton, que azotó solo dos semanas después.
Florida aún se está recuperando de la destrucción causada por estos huracanes. El Huracán Helene trajo inundaciones récord de más de 15 pies en algunas áreas y vientos que alcanzaron hasta 140 mph, resultando en aproximadamente 20 muertes y daños extensos a la propiedad. Solo unas semanas después, el Huracán Milton, una tormenta de categoría 3, dejó sin electricidad a más de 3 millones de residentes, entregó 18 pulgadas de lluvia y desató tornados mortales, causando al menos 24 muertes más.
A medida que Florida lidia con las secuelas de estas tormentas catastróficas, la amenazante presencia de la marea roja añade otra capa de peligro tanto para los residentes como para la vida marina. Con los riesgos para la salud en aumento y los ecosistemas locales bajo asedio, la situación exige atención inmediata y preparación mientras las comunidades navegan por esta crisis ambiental en desarrollo.