Los Estados Unidos han lanzado «ataques de precisión» en cinco instalaciones subterráneas de almacenamiento de armas en Yemen, apuntando a ubicaciones controladas por los hutíes que se utilizan para lanzar ataques contra barcos civiles y militares. El Secretario de Defensa Lloyd Austin confirmó que se desplegaron bombarderos sigilosos B-2 Spirit para atacar sitios fortificados que albergan misiles y municiones, marcando un paso significativo para contrarrestar las recientes acciones desestabilizadoras de los hutíes en el Mar Rojo.
Esta operación, dirigida por el presidente Biden, tiene como objetivo degradar la capacidad de los hutíes para amenazar las rutas de envío comerciales vitales para el comercio internacional. Los hutíes, respaldados por Irán, han intensificado sus ataques, afirmando que apoyan a los palestinos en el conflicto de Gaza, y han atacado frecuentemente a embarcaciones que alegan están asociadas con Israel, los EE. UU. y el Reino Unido. En respuesta a estas amenazas, EE. UU. ha reforzado su presencia militar en la región, y Austin enfatizó que cualquier “ataque ilegal y temerario” por parte de los hutíes tendría graves consecuencias.
Imágenes de satélite e informes sugieren que las ubicaciones objetivo alrededor de la capital yemení, Saná, y cerca de Saada albergaban instalaciones subterráneas ampliadas, subrayando los esfuerzos militares intensificados de los hutíes. El Comando Central de EE. UU. reportó que no hubo víctimas civiles iniciales de los ataques, mientras que las naciones occidentales trabajan para estabilizar uno de los corredores de envío más críticos del mundo.