El fabricante chino de drones DJI, que domina el mercado global de drones de consumo, está tomando acciones legales contra el Departamento de Defensa de EE. UU. La compañía afirma que fue incluida erróneamente en la lista negra como una «empresa militar china», una designación impuesta por Washington en 2022. DJI argumenta que la clasificación del Pentágono es defectuosa, ya que fabrica drones de consumo y comerciales, no tecnología de grado militar. DJI ha intentado durante más de un año comunicarse con el DoD, pero ahora busca alivio a través de la corte federal.
La inclusión en la lista negra es parte de medidas más amplias de EE. UU. dirigidas a empresas tecnológicas chinas debido a preocupaciones de seguridad nacional, en particular temores de que sus tecnologías puedan ser aprovechadas por Pekín para fines militares. Esta demanda surge en medio de un mayor escrutinio de las empresas chinas en EE. UU., con DJI también enfrentando críticas por su supuesto papel en actividades de vigilancia chinas y el uso de sus drones en la guerra de Ucrania.