En un desarrollo sorprendente, los legisladores surcoreanos revelaron que Corea del Norte ha enviado 3,000 tropas a Rusia para fortalecer sus esfuerzos bélicos en Ucrania. La cifra, reportada por el Servicio Nacional de Inteligencia de Corea del Sur, es el doble de las estimaciones anteriores y llega en un momento en que Pyongyang se compromete a enviar un total de 10,000 tropas para diciembre.
Esta revelación ha encendido preocupaciones globales, con el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskiy acusando a Corea del Norte de preparar una contribución militar significativa a la invasión en curso de Rusia. A pesar de las negaciones de Moscú y Pyongyang sobre transferencias de armas, las dos naciones han consolidado sus lazos militares, incluso firmando un tratado de defensa mutua en junio.
Si bien el despliegue de tropas señala una escalada sin precedentes en la participación de Corea del Norte, el movimiento ha sido recibido con alarma en Washington. Un alto diplomático estadounidense advirtió que la participación norcoreana en la guerra sería un «desarrollo peligroso y altamente preocupante».
Informes desde Seúl también sugieren que las autoridades norcoreanas están reprimiendo la información sobre el despacho de tropas, reubicando a las familias de los soldados para evitar que se propaguen rumores. Mientras tanto, instructores militares rusos están supuestamente entrenando a las fuerzas norcoreanas en guerra moderna, como ataques con drones, aunque se han expresado preocupaciones sobre su preparación para el combate en las líneas del frente de Ucrania.
El gobierno de Corea del Sur ha exigido una retirada inmediata de las tropas norcoreanas de Rusia, amenazando con suministrar ayuda letal a Ucrania si estos lazos militares se profundizan aún más.
A medida que la situación se desarrolla, la participación directa de Corea del Norte en la guerra probablemente tendrá consecuencias de gran alcance, llevando el conflicto a una fase más peligrosa e impredecible.