29 de octubre de 2024
El legado de Gran Bretaña en sus antiguas colonias está nuevamente bajo fuego después de que Robert Jenrick, un candidato principal para el liderazgo del Partido Conservador del Reino Unido, sugiriera que las naciones que alguna vez fueron gobernadas por el Imperio Británico “nos deben una deuda de gratitud” por difundir la paz, la prosperidad y las instituciones democráticas. Los comentarios de Jenrick, publicados en un artículo de opinión en el Daily Mail, ya están provocando una reacción internacional y intensificando aún más el impulso de la Commonwealth por la justicia reparativa.
Mientras reconoce la oscura historia del Imperio—“crímenes a una escala terrible, incluyendo la esclavitud, el desplazamiento de pueblos y la agresión militar”—Jenrick argumentó que Gran Bretaña debería abrazar el orgullo, no la vergüenza, por su legado imperial. Sus comentarios llegan justo cuando 55 naciones de la Commonwealth acordaron abrir discusiones sobre reparaciones por la esclavitud y el legado dañino de la colonización, un tema que está ganando nueva atención en todo el mundo.
“Las antiguas colonias reconocieron que el sistema de gobernanza británico era el mejor del mundo para promover la paz y la prosperidad,” afirmó Jenrick, posicionando la gobernanza británica como una herencia beneficiosa. Para Jenrick, el argumento de que la gobernanza y la infraestructura del Imperio Británico eran elementos constructivos—pese a su infame historia—parece ser clave para su propuesta de liderazgo en el partido.
Este argumento está encontrando una audiencia receptiva en la membresía del Partido Conservador, que es ampliamente reconocida por tener una postura más conservadora que la población general del Reino Unido. Sin embargo, los comentarios de Jenrick han enfurecido a los críticos, muchos de los cuales dicen que sus opiniones pasan por alto la explotación sistémica del Imperio sobre las colonias.
La declaración también contrarresta la postura del Primer Ministro Keir Starmer, quien recientemente rechazó la idea de pagos de reparaciones para las excolonias, una posición que ha generado críticas de algunas facciones dentro de su propio partido. Sin embargo, Starmer ha expresado apertura a un discurso continuo sobre la historia colonial de Gran Bretaña, una diferencia notable con la postura asertiva de Jenrick sobre el legado del dominio británico.
Con Jenrick enfrentándose a Kemi Badenoch por el liderazgo este fin de semana, la dirección del Partido Conservador sobre cuestiones de raza, historia y responsabilidad internacional parece estar en juego. Si las declaraciones controvertidas de Jenrick lograrán ganar a los miembros del partido o provocarán un enfrentamiento con el pasado colonial de Gran Bretaña, está por verse.