En un impactante incidente en el Hotel Casa Sur en Buenos Aires, el exestrella de One Direction Liam Payne cayó 45 pies a su muerte desde un balcón del tercer piso después de que el personal del hotel hiciera llamadas de emergencia frenéticas pidiendo asistencia ‘urgente’. El cantante, nacido en Wolverhampton y con solo 31 años, había estado comportándose de manera errática, según lo describió un trabajador de la recepción del hotel llamado Esteban, quien informó con ansiedad que Payne estaba “fuera de sí por las drogas” y “destruyendo todo en su habitación.” La angustiante llamada terminó cuando Esteban suplicó: “Estamos un poco preocupados de que haga algo.”
Payne, en Argentina para el concierto de su excompañero de banda Niall Horan, parecía estar luchando con problemas personales, incluida una reciente notificación legal de su exprometida Maya Henry, quien afirmó que Payne la había estado contactando de manera persistente. El cantante, que había sido escoltado de regreso a su habitación por el personal del hotel, supuestamente rompió su computadora portátil en un frenesí antes de su caída fatal, que le dejó heridas mortales incompatibles con la vida. Los paramédicos no pudieron reanimarlo, confirmando su muerte en el lugar.
Los fans, en estado de shock, se reunieron fuera del hotel, creando una vigilia improvisada con velas y flores, mientras los homenajes llegaban de celebridades y fans de todo el mundo. El exanfitrión de X Factor, Dermot O’Leary, recordó los humildes comienzos de Payne, diciendo: “A él simplemente le encantaba cantar.” Devastados, sus excompañeros de One Direction y seguidores se quedan lidiando con la trágica pérdida de una estrella que, a pesar de sus desafíos, dejó una huella indeleble en millones.