En un giro sorprendente de la postura de la administración Trump hacia los derechos LGBTQ+, informes revelan que en 2018, funcionarios dieron luz verde a cirugías de afirmación de género para reclusos transgénero bajo custodia federal. Esta decisión permitió que la Oficina de Prisiones (BOP) proporcionara atención de afirmación de género, incluidas cirugías, bajo directrices médicas específicas, a pesar de la postura general de la administración en contra de la expansión de las protecciones LGBTQ+ en otras políticas gubernamentales.
El cambio de política surgió, según informes, tras desafíos legales y presión de defensa. Organizaciones como Lambda Legal habían presionado por un mejor acceso a la atención médica para individuos transgénero encarcelados, destacando casos donde la falta de dicha atención agravó las luchas de salud mental entre los reclusos. Para 2018, las directrices de la BOP exigían apoyo de atención médica para la disforia de género, incluidas los procedimientos de afirmación de género donde se considerara médicamente necesario, tras un aumento del escrutinio sobre las condiciones carcelarias y los derechos de las personas transgénero.
Este enfoque político durante los años de Trump presenta un registro complejo de apoyo selectivo dentro de las directrices federales, contrastando con las otras acciones restrictivas de la administración contra las protecciones LGBTQ+, como la prohibición de que individuos transgénero sirvan abiertamente en el ejército. A medida que los derechos LGBTQ+ siguen siendo un tema polarizador en EE. UU., esta decisión histórica subraya las tensiones y variabilidad dentro de la política federal sobre la atención médica transgénero en entornos seguros.