La oficina de campaña de la candidata republicana al Senado, Kari Lake, en Phoenix enfrentó una situación aterradora el martes cuando un miembro del personal abrió un sobre que contenía una sustancia en polvo y una nota advirtiendo sobre ántrax. El miembro del personal, que manejaba cartas de donaciones financieras, descubrió el alarmante mensaje, que afirmaba que había «esporas de ántrax» presentes. La campaña contactó de inmediato a las autoridades locales, lo que llevó a una rápida evacuación de la oficina.
Equipos de materiales peligrosos, bomberos y fuerzas del orden llegaron al lugar para investigar la amenaza. La oficina de campaña de Lake fue despejada como medida de precaución, y tras pruebas exhaustivas, la Policía de Phoenix confirmó que la sustancia no era peligrosa. No se reportaron lesiones, y al personal de la campaña se le permitió regresar más tarde ese día.
En una declaración contundente, Lake condenó el incidente como otro ataque de la «izquierda radical» que intenta intimidar su movimiento. «Esto no se trata solo de mí; es un ataque a nuestro movimiento. No me dejaré intimidar, y los responsables deben ser llevados ante la justicia,» declaró.
La estratega de la campaña, Tiffany Marie Brannon, describió el pánico y el miedo que invadieron al personal durante la prueba, especialmente entre aquellos con niños pequeños o que estaban embarazadas. A pesar del susto, la campaña de Lake se mantiene firme en sus esfuerzos, prometiendo no ser silenciada por tales amenazas.