29 de octubre de 2024
El canciller alemán Olaf Scholz ha emitido una feroz condena contra Irán tras la ejecución de Jamshid Sharmahd, un ciudadano germano-iraní y activista. Calificando el acto de “escándalo”, Scholz utilizó X (anteriormente Twitter) para denunciar las acciones de Irán, diciendo: “La ejecución de Jamshid Sharmahd por parte del régimen iraní es un escándalo que condeno en los términos más enérgicos posibles.” Esta denuncia de alto perfil marca un nuevo punto bajo en las relaciones entre Alemania e Irán y se produce en medio de un clamor internacional más amplio contra el historial de derechos humanos de Teherán.
Sharmahd, un crítico abierto del gobierno de Irán, fue secuestrado en 2020 durante una escala en Dubái y condenado a muerte por cargos de terrorismo por las autoridades iraníes. Su detención y posterior sentencia ya habían generado tensiones diplomáticas entre Berlín y Teherán, con Alemania instando repetidamente a Irán a detener la ejecución de Sharmahd.
En una respuesta coordinada, la ministra de Relaciones Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, hizo eco de la indignación de Scholz y advirtió a Teherán que la ejecución “tendrá graves consecuencias.” El líder de la oposición conservadora, Friedrich Merz, añadió más presión, declarando que la “diplomacia silenciosa” de Alemania con Irán había fracasado y pidiendo acciones diplomáticas y económicas inmediatas. “El embajador iraní debe ser expulsado,” afirmó Merz, pidiendo una degradación en las relaciones diplomáticas y sanciones más estrictas dirigidas a quienes son responsables de la muerte de Sharmahd.
La postura de Merz destaca un llamado creciente dentro de Alemania para adoptar un enfoque firme con Irán, tanto a nivel nacional como a través de la Unión Europea, donde Alemania ejerce una influencia considerable. Su propuesta de apuntar a la judicatura y los servicios de seguridad de Irán responsables de hacer cumplir las duras sentencias de Teherán refleja la creciente división política sobre la gestión de Alemania respecto a los abusos de derechos humanos en Irán.
Con esta última escalada, la posición de Alemania sobre Irán podría estar a punto de experimentar un cambio importante a medida que los líderes responden a la creciente presión pública para adoptar una postura más firme contra las acciones del régimen iraní.