El incidente durante el GP de Hungría fue un momento intenso para el piloto que representa a Red Bull. En la vuelta 63, en la curva 1 del Hungaroring, Verstappen y su oponente colisionaron, lo que resultó en un impacto negativo en la posición del holandés en la carrera. Verstappen expresó su insatisfacción con la estrategia propuesta por Red Bull, considerándola terrible y atribuyéndola a la desafortunada situación. Para transmitir su frustración, Verstappen recurrió a utilizar lenguaje ofensivo por la radio del equipo.
Verstappen, en un estado de frustración debido a la mala estrategia, comunicó sus preocupaciones usando lenguaje ofensivo a través de la radio del equipo. El holandés se mantuvo firme en su decisión de no disculparse por sus mensajes de radio, que expresaban claramente su insatisfacción con la estrategia del equipo. Creía que una disculpa era innecesaria, ya que la inadecuación de la estrategia era evidente para él.
Enfatizando la dedicación de él y su equipo para lograr resultados óptimos, la frustración de Verstappen provenía de su creencia en la necesidad de la perfección en cada aspecto. Creía que era importante expresar sus preocupaciones cuando las cosas no iban según lo planeado. Verstappen sentía que en un deporte impulsado por la adrenalina, disculparse no era justificado, y en su lugar eligió expresar sus preocupaciones abiertamente.
Verstappen declaró que cada estrategia planificada fracasó durante la carrera, una situación que resultó altamente frustrante para cualquier piloto, especialmente uno que lidera el campeonato mientras sus rivales se acercaban rápidamente. El joven de 26 años reconoció que era normal sentir frustración cuando las cosas no salían como se esperaba, y expresó su respuesta natural a las circunstancias desfavorables.
Además, Verstappen reconoció que durante la carrera, las emociones intensas debido a la participación de la adrenalina eran comunes cuando las cosas no iban bien. Sin embargo, enfatizó que después de la carrera, él y el equipo participaron en una discusión exhaustiva sobre los problemas que surgieron. Se tomaron el tiempo para abordar y analizar los problemas durante su reunión posterior a la carrera.
Sin duda, Verstappen afirmó que era bastante típico para un piloto de carreras experimentar emociones intensas durante una carrera. Admitió sentirse frustrado porque se había dedicado a la carrera, y un error lo había arruinado todo. Los aficionados están ansiosos por un emocionante fin de semana por delante para el próximo Gran Premio de Bélgica, ya que será la última carrera de Fórmula 1 antes del receso de verano.