Schumacher anticipa un declive en el rendimiento promedio en dos años si no se realizan cambios en la cima.
El ex piloto de Fórmula 1 Ralf Schumacher predice un escenario sombrío para Red Bull Racing si mantienen a Christian Horner como director del equipo.
Schumacher prevé una espiral descendente hacia la mediocridad en dos años si no se realizan cambios en el liderazgo.
Refiriéndose a la inminente salida del diseñador jefe Adrian Newey, Schumacher enfatizó la necesidad de un ambiente de trabajo positivo para Newey, sugiriendo que bajo el liderazgo de Horner, tales condiciones son inexistentes.
Le dijo a Sky Alemania: «Adrian Newey necesita armonía, necesita una buena atmósfera, un buen lugar de trabajo,» señalando a Horner como la causa de la actual turbulencia en el equipo.
Los sentimientos de Schumacher reflejan el descontento público dentro del campamento de Red Bull. Jos Verstappen, padre del piloto estrella de Red Bull, Max Verstappen, pidió abiertamente la renuncia de Horner, mientras que la supuesta salida de Adrian Newey también significa inquietud interna.
Schumacher predice que la salida de Newey puede ser solo el comienzo de los problemas de Red Bull bajo el liderazgo de Horner.
La salida de Newey, conocido por su experiencia en ingeniería, podría ser perjudicial para la competitividad de Red Bull, especialmente con las próximas regulaciones de diseño para la temporada 2026.
Sin embargo, la posible pérdida de Max Verstappen, quien ha dominado el circuito durante tres años consecutivos, podría ser aún más dañina.
El contrato de Verstappen se extiende hasta 2028, pero surgen especulaciones sobre una cláusula que permitiría su salida vinculada a la salida del Dr. Helmut Marko, su mentor y asesor de deportes de motor en Red Bull.
El director del equipo Mercedes, Toto Wolff, ha expresado interés en contratar a Verstappen, potencialmente reemplazando a Lewis Hamilton en Ferrari.
La posible salida de Verstappen representa otra consecuencia de la turbulencia que rodea el liderazgo de Horner, como predijo Schumacher.
Él enfatiza la necesidad de que Horner priorice los intereses del equipo sobre el poder personal, instándolo a renunciar de inmediato para mitigar más daños a la reputación y el rendimiento de Red Bull.
Las advertencias de Schumacher sirven como un recordatorio claro de la precaria posición en la que se encuentra Red Bull Racing, con conflictos internos que amenazan su éxito futuro en el circuito de Fórmula 1.