El legado una vez poderoso de Renault en la Fórmula 1 se ha erosionado, dejando lo que alguna vez fue el mejor esfuerzo automovilístico de Francia al borde de la obscuridad. El cambio de marca a Alpine, bajo la dirección de Luca de Meo, marcó el comienzo de una serie de errores que han llevado al estado actual de desorden. La marca que una vez dominó el deporte, con 169 victorias en Grandes Premios y dos Campeonatos Mundiales, ahora se encuentra luchando por recuperar su antigua gloria.
En una conversación sincera en el podcast Formula For Success con Eddie Jordan, Flavio Briatore, el hombre que orquestó los años dorados de Renault con los campeonatos mundiales consecutivos de Fernando Alonso en 2005 y 2006, reveló cómo fue atraído de nuevo al redil. El regreso de Briatore como Asesor Especial del Equipo Alpine F1 llegó tras una llamada de de Meo, quien admitió que el equipo estaba en serios problemas. Briatore recordó la conversación: “Luca me llamó y dijo que estaban completamente en problemas con el equipo. Le dije que la Fórmula 1 es un negocio diferente—uno que requiere un espíritu dedicado, no una burocracia corporativa.”
El regreso de Briatore representa un momento de círculo completo para el italiano, quien sigue siendo una figura controvertida debido a su participación en el notorio escándalo de Crashgate. Sin embargo, su historial de éxito con Renault es innegable, y ahora enfrenta la abrumadora tarea de reconstruir un equipo que ha sido desmantelado sistemáticamente. El enfoque de Briatore es claro: centrarse en reestructurar el equipo, no solo en términos de personal, sino también en espíritu y cultura. Enfatizó que el éxito en la Fórmula 1 no se puede lograr con una mentalidad corporativa—requiere pasión, dedicación y una visión clara.
Uno de los primeros movimientos de Briatore fue nombrar a Oli Oakes, el exjefe de Hitech GP, como director del equipo. Este movimiento señala un cambio en la dinámica de liderazgo, con Briatore, de Meo y Oakes formando un nuevo trío de poder encargado de revitalizar la fortuna de Alpine. Sin embargo, Briatore no se apresura a abordar la alineación de pilotos, señalando que la prioridad es reconstruir la infraestructura del equipo y mejorar el rendimiento del coche. «El piloto no hace ninguna diferencia ahora. El piloto hará una diferencia en 2026, 2027 y 2028,» declaró Briatore, indicando que su enfoque está firmemente en el desarrollo a largo plazo del equipo.
A pesar de que Pierre Gasly está firmado más allá de 2024, el futuro del segundo asiento sigue siendo incierto. Jack Doohan, quien ha sido considerado como un posible reemplazo para Esteban Ocon, que se va a Haas, todavía está bajo consideración. Sin embargo, Briatore insiste en que asegurar un piloto competitivo es secundario a la necesidad más urgente de mejorar los aspectos técnicos y comerciales del equipo.
Mirando hacia adelante, Briatore está seguro de que Alpine volverá a levantarse. Prometió audazmente que para 2026, el equipo vería mejoras significativas, y para 2027, estarían de vuelta en el podio. «Dame dos años, y veremos el podio,» declaró Briatore, subrayando su creencia en el proyecto a largo plazo que ahora está liderando.
El camino por delante para Alpine es indudablemente desafiante, pero con el enfoque directo de Briatore y una clara concentración en reconstruir desde cero, hay esperanza de que el legado histórico de Renault en la Fórmula 1 pueda ser revivido. Los próximos años serán cruciales mientras el equipo trabaja para recuperar su ventaja competitiva y reclamar su lugar entre los élites del deporte.
Foto de Briatore Instagram