Christian Horner ha revelado una dura realidad para Red Bull Racing, ya que el equipo lucha por mantener su dominio en la temporada 2024 de Fórmula 1. El equipo que antes era imbatible se ha encontrado atrapado en un ciclo frustrante donde cada intento de solucionar un problema con su coche parece crear nuevos problemas, poniendo en peligro su liderazgo en el campeonato.
El Gran Premio de Italia en Monza sirvió como un recordatorio contundente de que Red Bull ya no tiene el coche más rápido de la parrilla, un marcado contraste con su forma antes de la pausa de verano. Con McLaren ahora a solo ocho puntos detrás en el Campeonato de Constructores, la presión está aumentando sobre el equipo austriaco para encontrar soluciones—y rápido.
Horner explicó que el problema principal radica en el equilibrio del coche, un problema que los ha estado atormentando desde la primera parte de la temporada. Incluso durante sus rachas de victorias, Max Verstappen había señalado que el equilibrio del coche estaba lejos de ser perfecto. El desequilibrio hace que el coche sea difícil de manejar, obligando al equipo a llevar los neumáticos más allá de sus límites, lo que a su vez agrava la situación.
Esto ha llevado a Red Bull a un ciclo vicioso: cuando intentan abordar un problema, a menudo se crea otro. Este bucle interminable de problemas ha hecho que sea casi imposible encontrar una solución duradera. Tanto Verstappen como Sergio Pérez están lidiando con estos problemas de equilibrio, que Horner admite son críticos de resolver si el equipo quiere mantenerse adelante.
El circuito de Monza dejó al descubierto las deficiencias del coche en comparación con el rendimiento dominante del año pasado. Destacó áreas específicas donde Red Bull está quedando corto, dejando claro que sin soluciones urgentes, su liderazgo en el campeonato está en serio riesgo.
A medida que se acerca la próxima carrera en Bakú, Red Bull enfrenta un momento crucial. Deben mejorar el equilibrio del coche para evitar que McLaren los supere en la clasificación. Los aficionados del equipo esperan ansiosamente ver si Red Bull puede recuperarse de estos contratiempos y proporcionar a Verstappen una máquina ganadora una vez más.
La sincera admisión de Horner subraya la urgencia de la situación, ya que el dominio antes inquebrantable de Red Bull ahora está en juego.