Hace tres años, Fabio Quartararo perdió una posible victoria en el Gran Premio de España debido al síndrome compartimental, una condición que causa hinchazón de los músculos y restringe el flujo sanguíneo. A pesar de someterse a una cirugía, el problema resurgió para Quartararo y su compañero de equipo Alex Rins en Jerez, aunque en menor medida. Ambos pilotos culparon a la moto Yamaha por sus dificultades. Quartararo logró asegurar un lugar en el podio en una carrera caótica, pero una penalización posterior a la carrera borró su logro. En la carrera principal, Quartararo terminó en 15º lugar, mientras que Rins llegó en 13º, con ambos pilotos citando el síndrome compartimental como un obstáculo. Expresaron frustración por la falta de competitividad de Yamaha y la dificultad para maniobrar la moto. Quartararo mencionó que el síndrome compartimental ha sido un problema recurrente a lo largo de la temporada, mientras que Rins reveló que ha estado lidiando con ello desde la primera carrera en Qatar. A pesar de sus esfuerzos por compensar las deficiencias de la moto, ambos pilotos encontraron difícil rendir al máximo. Quartararo reconoció que los cambios realizados en la moto antes de la carrera pudieron haber empeorado su problema en el brazo. En general, ambos pilotos coincidieron en que las capacidades de entrada en curva de Yamaha eran un problema significativo que necesitaba ser abordado. Después de la carrera, participaron en un día de pruebas para probar nuevos componentes y configuraciones, pero el problema de la entrada en curva permaneció sin resolver.