El ex director del equipo Alpine F1, Otmar Szafnauer, ha compartido reflexiones sinceras sobre su breve mandato con el equipo con sede en Enstone, admitiendo que previó desafíos desde el principio debido a la falta de control dentro de las operaciones del equipo. Szafnauer, quien fue nombrado en 2022, inicialmente llevó a Alpine a un prometedor cuarto lugar en el Campeonato de Constructores durante su temporada debut. Sin embargo, la fortuna del equipo cambió rápidamente, y Szafnauer fue destituido en julio de 2023 mientras Alpine luchaba por mantenerse al día con sus rivales Aston Martin y McLaren.
A pesar de un momento brillante en 2023 con el podio de Esteban Ocon en Mónaco, el declive de Alpine continuó, lo que llevó a otro cambio en la gestión. Szafnauer, quien anteriormente ha sido vocal sobre los problemas que enfrentó en Alpine, criticó a la junta de Renault por su falta de comprensión necesaria para el éxito en la Fórmula 1. Sin embargo, ahora revela que sus preocupaciones comenzaron desde el mismo inicio de su función.
“Hay algunas cosas que salieron mal en Alpine, una de las cuales fue que no tenía control sobre todo el equipo,” explicó Szafnauer en el podcast High Performance. “Así que, por ejemplo, y lo supe de inmediato: [recursos humanos] no me reportaba a mí, reportaba a través de Francia; la oficina de finanzas no me reportaba a mí, reportaba a través de Francia. El departamento de comunicaciones no me reportaba a mí, y el grupo de marketing, comercial, no me reportaba a mí. Y eso en sí mismo sabía que iba a ser problemático.”
Antes de aceptar el trabajo, Szafnauer fue prometido un control total sobre las operaciones de Alpine, pero una vez que llegó, descubrió que varios departamentos críticos reportaban directamente a la sede de Renault en Francia en lugar de a él. “Sabía desde el principio—pensé que podría manejarlo—pero sabía que era problemático,” admitió Szafnauer. La disparidad entre lo que se prometió y la realidad de su rol fue una gran señal de alerta, indicando que la gestión cohesiva que esperaba establecer era poco probable.
Los problemas de gestión de Alpine han persistido incluso después de la salida de Szafnauer. Su sucesor, Bruno Famin, ya ha dado un paso atrás, con Oliver Oakes ahora a cargo. El equipo ha retrocedido aún más, cayendo al noveno lugar en la clasificación de Constructores con solo 12 puntos en 18 rondas esta temporada. Además, Alpine ha decidido cesar la producción de motores de Renault a partir de 2025, señalando un cambio importante en sus operaciones.
Reflexionando sobre el declive del equipo desde su salida, Szafnauer cree que resalta que los problemas eran más profundos que su liderazgo. “No sé dónde están hoy—noveno o algo así en el campeonato—hoy es un desastre,” comentó. “En ese entonces, sí, es un medio paso atrás, pero a veces das un medio paso atrás para dar dos pasos adelante.”
Las revelaciones sinceras de Szafnauer iluminan las luchas internas que han plagado a Alpine. La estructura fragmentada y la falta de un liderazgo unificado parecen haber obstaculizado el progreso, dejando al equipo luchando por encontrar estabilidad y éxito. A medida que Alpine continúa navegando sus desafíos con un nuevo liderazgo, la experiencia de Szafnauer sirve como un recordatorio de la importancia de una gestión cohesiva en un deporte tan exigente como la Fórmula 1.