NASCAR ha sido golpeado con una demanda impactante mientras 23XI Racing y Front Row Motorsports, respaldados por el destacado abogado antimonopolio Jeffrey Kessler, apuntan a la organización y su CEO, Jim France, acusándolos de sofocar la competencia y explotar a los equipos, conductores y aficionados por igual. La demanda, presentada el miércoles, expone años de supuestas prácticas anticompetitivas que los equipos afirman han permitido a NASCAR y a la familia France controlar el deporte en su beneficio, dejando a los equipos de carreras luchando por mantenerse financieramente viables.
Kessler, un peso pesado en el mundo del derecho deportivo, comparó la demanda con momentos transformadores en otros deportes profesionales. “O NASCAR cambia voluntariamente, o será cambiado por el sistema legal», advirtió Kessler. «Es hora de un sistema justo donde los equipos obtengan lo que merecen.”
¿Tácticas de Dividir y Conquistar de NASCAR?
La demanda sigue a dos años de negociaciones tensas y distantes sobre el Acuerdo de Carta de 2025. NASCAR, según la demanda, utilizó tácticas de fuerza para forzar a los equipos a someterse, ofreciendo un acuerdo final el 6 de septiembre, con un plazo de una hora para firmar un documento de 112 páginas—o arriesgarse a perder sus cartas. Muchos equipos, acorralados por contratos a largo plazo con patrocinadores y empleados, se sintieron obligados a firmar. Pero 23XI y Front Row Motorsports se mantuvieron firmes.
“Sacaron el libro de jugadas de hace 50 años,” dijo Bob Jenkins, propietario de Front Row Motorsports. “NASCAR sabía que podía intimidar a los equipos para que firmaran, y en su mayoría, funcionó.”
La Lucha por la Equidad: Temas Clave en Juego
Los equipos argumentan que el control de NASCAR sobre las pistas de carreras, las piezas de los coches y el coche Next Gen los deja sin poder de negociación. Quieren cartas permanentes, una mayor parte de los ingresos, un porcentaje en los acuerdos comerciales que utilizan sus semejanzas, y una voz en cuestiones de gobernanza—demandas que afirman que NASCAR ha ignorado. Jenkins, junto con los co-propietarios de 23XI Racing, Michael Jordan, Denny Hamlin y Curtis Polk, dijeron que sentían que era hora de «luchar esta batalla» y arreglar el deporte.
Hamlin, un piloto veterano y co-propietario de 23XI, expresó frustración después de reinvertir sus ganancias en el deporte. «No me di cuenta de lo injusto que era el sistema hasta que me convertí en propietario,» dijo Hamlin. «Llegamos a un punto de inflexión, y ya es suficiente.»
El Estricto Control de NASCAR sobre el Deporte
NASCAR y Speedway Motorsports, que controlan las pistas de carreras, dan a los equipos poco margen para la negociación o alternativas. Con piezas impuestas por NASCAR de sus proveedores seleccionados a precios negociados, los equipos no tienen más opción que cumplir. “Hemos invertido decenas de millones en un sistema donde una persona puede dictar nuestro futuro,» dijo Polk, co-propietario de 23XI Racing. «Sabíamos que algo no estaba bien, y por eso nos dirigimos a Kessler.»
Un Potencial Punto de Inflexión en la Historia de NASCAR
Kessler, quien ha enfrentado a poderosas organizaciones como la NCAA, cree que este caso podría obligar a NASCAR a cambiar, les guste o no. «NASCAR está en una encrucijada,» declaró Kessler. «Pueden optar por transformar el deporte voluntariamente, o que se lo hagan por los tribunales.»
Con esta demanda, los equipos no solo están luchando por sobrevivir—están presionando por un sistema más transparente, justo y sostenible que podría remodelar NASCAR para siempre. El resultado de esta batalla legal podría sentar un precedente, determinando el futuro de la propiedad de equipos y la competencia en los deportes de motor.
NASCAR ahora se encuentra en una lucha por el control del deporte que ha dominado durante décadas. A medida que se desarrolla el drama en la sala del tribunal, una cosa es segura: los días de dominio descontrolado de NASCAR podrían estar llegando a su fin.