McLaren otorgó una solicitud del ex presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para visitar su garaje en el Gran Premio de Miami como un signo de respeto por el cargo que una vez ocupó. A pesar de estar involucrado en un juicio, Trump asistió a la carrera con seguridad reforzada. Durante su visita, se unió al CEO de McLaren Racing, Zak Brown, al presidente de la FIA, Mohammed Ben Sulayem, al CEO de F1, Stefano Domenicali, y al CEO de Liberty Media, Greg Maffei, en el garaje de McLaren. El equipo enfatizó que McLaren es una organización no política, pero aceptó la visita para mostrar su excelencia en ingeniería en el automovilismo y reconocer la importancia de la presidencia de EE. UU. A pesar de los planes para un evento de recaudación de fondos para la campaña de Trump en el GP de Miami, el evento fue cancelado por los organizadores de la carrera. La recaudación estaba programada para llevarse a cabo en el área principal de hospitalidad de la F1, el Paddock Club, con boletos a un precio de $250,000 cada uno.