Max Verstappen, de los Países Bajos, conduciendo para Red Bull Racing, enfrentó dificultades con su coche de Fórmula 1 durante el Gran Premio de Mónaco. La inestabilidad del coche al pasar sobre los bordillos reveló un problema con la correlación entre el simulador y la pista real. El consultor Helmut Marko reconoció este problema y explicó que el simulador no replicaba con precisión el comportamiento del coche sobre los bordillos. Este problema ha estado presente desde 2022, pero el dominio previo de Red Bull lo ocultó. Verstappen mencionó que el equipo continuará teniendo dificultades en circuitos que requieren que el coche maneje eficazmente los bordillos. También reconoció que ciertas pistas pueden ser más adecuadas para el rendimiento de su coche.