Max Verstappen ha declarado que no tomará una decisión sobre su futuro en la Fórmula 1 «basado en sentimientos» en medio de rumores que lo vinculan a un posible traslado a Mercedes. Verstappen tiene actualmente un contrato con Red Bull hasta 2028, pero ha habido dudas sobre su compromiso tras la lucha de poder dentro del equipo durante la pretemporada. La tensión surgió a raíz de una investigación interna sobre la conducta de Christian Horner, que ha resultado en una disputa pública que involucra al jefe de Red Bull y al padre de Max, Jos.
Mercedes se ha estado posicionando para estar listo si Verstappen se vuelve disponible, y su reciente mejora en el rendimiento los ha convertido en una opción atractiva. Sin embargo, Verstappen, que ha estado con Red Bull desde 2014, ha enfatizado la importancia de no apresurarse en una decisión de la que podría arrepentirse. Valora la lealtad y reconoce que no siempre está presente en la Fórmula 1. Verstappen cree que su relación con el equipo es fuerte y que están comprometidos con su propio proyecto de motor. Reconoce los desafíos que enfrentan al competir contra fabricantes con décadas de experiencia, pero se mantiene optimista y realista.
Verstappen ha hecho saber que no espera quedarse en el deporte a largo plazo, pero aún estará presente para el próximo cambio de regulaciones en 2026. Mientras que algunos pilotos y jefes de equipo han expresado preocupaciones sobre la viabilidad de los objetivos de la FIA para coches más ligeros y lentos, Verstappen prefiere reservar su juicio hasta que las propuestas se refinen más. Cree en mantenerse neutral y paciente, considerando el futuro más allá de 2026.
Foto de Max Verstappen Instagram