La decisión tomada por los comisarios de MotoGP de no tomar ninguna acción adicional respecto a la colisión entre Miguel Oliveira y Fabio Quartararo en Mugello no fue bien recibida por Quartararo. Expresó su decepción y comparó su conversación con el panel como hablar con una pared. Quartararo se vio obligado a retirarse de la carrera en Mugello después de que la maniobra agresiva de Oliveira resultara en un contacto que provocó la caída de ambos, Oliveira y Quartararo. A diferencia del incidente entre Jorge Martin y Enea Bastianini, este incidente pareció menos un incidente típico de carrera. Quartararo dejó claro que no quería que Oliveira fuera penalizado, pero estaba claramente descontento con el proceso que llevó a la impunidad de Oliveira. Criticó a los comisarios por su manejo de la situación y enfatizó la necesidad de mejoras en el sistema.
La frustración de Quartararo refleja los sentimientos expresados por Johann Zarco hace un mes, cuando criticó al panel de comisarios, liderado por el ex campeón del mundo de 500cc Freddie Spencer, después de su colisión con Espargaro en Jerez. Al igual que Quartararo, Zarco no recibió una penalización por el incidente y Quartararo mencionó esto durante su arrebato. Quartararo mencionó que se enviaron muchos correos electrónicos por parte de los competidores del campeonato expresando su falta de confianza en el régimen actual de comisarios y la necesidad de un cambio. Mientras los comisarios buscan las opiniones de los pilotos, Quartararo siente que sus opiniones no son tomadas en cuenta y que el sistema debería ser justo para todos. Expresó su deseo de tener una conversación significativa con los comisarios, pero sintió que sus palabras cayeron en oídos sordos. Quartararo salió de la reunión sintiéndose aún más confundido y pidió la implementación de una estructura más profesional.
Quartararo no es el único piloto de MotoGP frustrado con las decisiones de los comisarios. Pecco Bagnaia también expresó su descontento con una penalización de tres posiciones en la parrilla que recibió por obstruir a Alex Márquez durante las sesiones de práctica del viernes. Se refirió a la penalización como una «penalización de payaso» y la consideró inútil. Justo una semana antes, el compañero de equipo de Bagnaia, Enea Bastianini, ignoró intencionalmente una penalización durante la carrera en Barcelona, sugiriendo que era una forma de protesta. Estos incidentes destacan el creciente descontento entre los pilotos de MotoGP respecto a las decisiones de los comisarios y la necesidad de un enfoque más justo y profesional.