Los pilotos de NASCAR expresan su decepción por la reciente eliminación de los pilones de puntuación en las pistas de carreras. Los pilones han sido una fuente de emoción tanto para los aficionados como para los pilotos, proporcionando una forma de seguir la posición de los corredores y generando entretenimiento a medida que sus números suben en la pizarra. Sin embargo, NASCAR ha tomado la sorprendente decisión de eliminar los pilones de Texas Motor Speedway y Talladega.
Esta decisión ha generado controversia, con muchos pilotos actuales y anteriores hablando en contra de ella. Una de las voces más destacadas en contra de la decisión es Denny Hamlin, copropietario del equipo 23XI Racing y piloto de JGR, quien se pronunció en las redes sociales para expresar su insatisfacción y pedir una actualización. Ahora, el piloto de Hamlin, Bubba Wallace, también ha comentado sobre el tema.
Wallace, piloto del Toyota Camry No:23, enfatizó la importancia de los pilones como una herramienta tanto para los pilotos como para los aficionados. Los utilizó para determinar su posición en la carrera y las vueltas restantes. Wallace también destacó la emoción que sienten los aficionados cuando ven que el número de su piloto favorito sube a la cima.
“Usamos esto como una herramienta para ver dónde estamos en posición, cuántas vueltas nos quedan y le da a los aficionados algo para… ver en la clasificación, ese número, el número de su piloto favorito sube a la cima. Encuentro eso emocionante”, dijo Wallace.
Incluso Chase Elliott, piloto de Hendrick Motorsports, quien no es conocido por hablar sobre controversias, criticó la eliminación de los pilones de puntuación. Enfatizó la importancia de preservar las tradiciones de NASCAR y sugirió que la decisión no estaba en línea con eso.
NASCAR declaró que la decisión de eliminar las estructuras se tomó para actualizar tecnología obsoleta. Sin embargo, los pilotos no están convencidos, ya que la ausencia de una pantalla LED para reemplazar las estructuras perjudicaría la emoción para los aficionados en las gradas, quienes ahora tendrían que depender de sus teléfonos o dispositivos digitales.