El piloto de McLaren de 24 años, que logró su primera victoria en Fórmula 1 en Miami el 5 de mayo, se encontró con un contratiempo cuando decidió llevar su querido automóvil deportivo Miura a dar una vuelta en el principado mediterráneo.
Durante una conferencia de prensa en el Gran Premio de Emilia-Romagna el jueves, el piloto británico mencionó que ha estado recibiendo más atención desde su victoria en Miami. Sin embargo, continúa saliendo a cenar y a conducir como siempre lo ha hecho.
El Miura, fabricado por Lamborghini de 1966 a 1973, es una posesión muy preciada. Desafortunadamente, su rara belleza y su precio exorbitante no se alinean con su fiabilidad.
«No arrancó,» compartió Norris, quien es ampliamente considerado como uno de los pilotos más populares y cuya colección de autos ha estado ganando reconocimiento en las redes sociales. «Pero luego los fanáticos me reconocieron y empujaron mi auto, haciéndolo arrancar cuesta abajo. Así que estaba extremadamente agradecido,» se rió.
«Quizás si no hubiera ganado la carrera, no me habrían notado y no habrían ayudado a arrancarlo. Esos son los beneficios de la vida. La gente puede ayudar a arrancar tu coche, especialmente el Miura. Ese tipo de cosas.»
Norris también abordó su respuesta a los críticos en las redes sociales que han cambiado su enfoque de burlarse de él como ‘Lando No-Wins’ a discutir sus aspiraciones de ganar títulos en F1.
«Leo todos los comentarios y me gustan todos los negativos,» sonrió. «Un comentario decía: ‘este tipo solo ganó una carrera y su ego se disparó.’ Me gustó. Pensé, ‘sí, se disparó’.»
«No puedes complacer a todos. Leo los comentarios porque trato de no estar en el lado malo de nadie. Pero si no tengo confianza, la gente dice: ‘no tienes fe en el equipo’.»
«Y en el momento en que expreso que podemos ganar más carreras, lo cual ya declaré al principio del año, la gente dice: ‘cálmate, gran tipo’,» destacó el piloto británico.
Norris aclaró que no está siendo arrogante ni considerándose invencible. En cambio, su intención es motivar a sus ingenieros, mecánicos y compañeros de equipo.
«Quieren leer lo que digo. Y ahora entiendo eso más que hace unos años,» explicó. «Ganar los motiva, y mi confianza en ellos los motiva aún más, así que necesito elegir mis palabras con cuidado.» (Reportaje de Alan Baldwin)