A medida que NASCAR enfrenta un período de intensos desafíos, el ex campeón de la Copa y copropietario de Stewart-Haas Racing, Tony Stewart, ha compartido su perspectiva sobre el futuro del deporte—y sus razones para alejarse. A pesar de su fe en la resiliencia de NASCAR, Stewart cree que es hora de que él y su equipo dejen el deporte, marcando el fin de una era.
NASCAR ha estado luchando con problemas importantes, incluyendo un declive en los principales patrocinadores, una demanda antimonopolio de la coalición 23XI-FRM, y una creciente competencia de otras series de automovilismo. Para Stewart, los conflictos y disputas de ingresos entre los propietarios de equipos y NASCAR son algunas de las mayores preocupaciones. Discutió su decisión en el podcast Happy Hour, donde explicó que la constante tensión en el deporte contribuyó a su elección de dar un paso atrás.
“Es simplemente un momento diferente en el deporte,” comentó Stewart. “El deporte va a estar saludable, va a sobrevivir… pero estoy feliz en este punto de mi vida de hacer este cambio.” Inicialmente, el equipo no había planeado cerrar al final de 2024, pero las circunstancias cambiaron cuando Stewart se dio cuenta de que ya no quería ser parte de las luchas que aquejan a la industria.
Para Stewart, despedirse de Stewart-Haas Racing no es fácil. El costo emocional de cerrar un equipo que cofundó con Gene Haas, y separarse de los miembros del equipo que han estado con él durante más de 16 años, fue evidente después de la carrera de Talladega. Stewart pasó un día completo con su equipo en el taller de Charlotte, recordando los momentos con aquellos a quienes puede que nunca vuelva a ver. “Tuve que ver a tantas personas como pude en el taller… sabiendo que algunas de esas personas las he conocido durante 16 años, y puede que nunca las vuelva a ver.”
Aunque la leyenda de NASCAR se mantiene optimista sobre la supervivencia a largo plazo del deporte, admite que este es el momento adecuado para que busque una vida más tranquila, enfocándose en la familia y en proyectos personales alejados de las intensas demandas de NASCAR. La salida de Stewart marca un cambio significativo, y el mundo del automovilismo estará atento a cómo se adapta—y cómo NASCAR enfrenta sus desafíos sin una de sus figuras más influyentes al mando.
A medida que Stewart entra en un nuevo capítulo, NASCAR enfrenta un punto de inflexión. Su partida subraya la necesidad de cambio y unidad en un deporte que lucha por superar sus desafíos actuales y asegurar su futuro.