La carrera en casa de Sergio Pérez en el Gran Premio de México terminó en una pesadilla, dejando su futuro con Red Bull en serias dudas. Partiendo desde el 18º lugar en la parrilla, Pérez recibió una penalización por una salida falsa y estuvo involucrado en múltiples incidentes con otros pilotos, terminando en último lugar y agregando más tensión a su ya turbulenta temporada.
Red Bull ahora se encuentra en tercer lugar en el Campeonato de Constructores, habiendo perdido el segundo puesto ante Ferrari, a pesar de la contundente ventaja de Max Verstappen en la clasificación de Pilotos. Cuando se le preguntó sobre el futuro de Pérez con el equipo, la respuesta del director de Red Bull, Christian Horner, ofreció poco consuelo para el piloto en apuros. “Sabes, llega un momento en que hay que tomar decisiones difíciles,” dijo Horner. “Nuestra determinación es tratar de volver a una posición ganadora, pero va a ser un gran desafío en estas próximas cuatro carreras.”
Horner describió el fin de semana de Pérez como «horrible» y fue sincero sobre el bajo rendimiento de Pérez, enfatizando que “la Fórmula 1 es un negocio basado en resultados.” Con solo cuatro carreras restantes en la temporada, Horner confirmó que Pérez competirá en Brasil el próximo fin de semana, pero no disipó la especulación sobre un posible cambio de alineación para las últimas tres rondas de la temporada.
“Estamos trabajando con él tan duro como podemos,” añadió Horner, “pero llega un momento en que solo puedes hacer tanto.”
A medida que Red Bull lucha por recuperar su posición en el Campeonato de Constructores, Pérez enfrenta una presión creciente, con su público local potencialmente presenciando su última carrera de F1 para Red Bull. El próximo GP de Brasil podría ser un último salvavidas para Pérez, cuyo futuro en Red Bull parece depender de su capacidad para revertir su forma en declive.