Sergio Pérez, el piloto en apuros de Red Bull, llega a su carrera en casa en el Gran Premio de México con el peso del mundo sobre sus hombros. El mexicano no ha estado en el escalón más alto del podio en más de 14 meses, desde su última victoria en el Gran Premio de Azerbaiyán de 2023, y su rendimiento esta temporada ha sido objeto de un intenso escrutinio.
Con solo 150 puntos acumulados en 19 carreras, la forma de Pérez ha disminuido significativamente, y su posición dentro del equipo ha estado bajo creciente presión. A pesar del coro cada vez más fuerte de críticas, el piloto de 34 años sigue decidido a ofrecer un buen espectáculo para sus aficionados en el Autódromo Hermanos Rodríguez este fin de semana, buscando consuelo y redención frente a una multitud que lo adora.
Hablando antes del evento, Pérez enfatizó la importancia de silenciar el ruido y centrarse en la tarea en cuestión: “Lo importante es poder ignorar el ruido fuera de la pista y concentrarse en el trabajo que tenemos por delante. En última instancia, lo especial para mí sería ofrecer otro podio para mis aficionados y mi país, en casa.”
Si bien Pérez tiene contrato con Red Bull hasta finales de 2026, sus recientes dificultades han suscitado especulaciones sobre su futuro en el equipo. La alta dirección de Red Bull, particularmente Helmut Marko, ha dejado claro que los contratos significan poco ante un mal rendimiento. Los recientes comentarios de Marko han puesto en duda las perspectivas a largo plazo de Pérez en Red Bull, sugiriendo que el equipo reevaluará su alineación de pilotos antes de la temporada 2025.
“Perez puede tener un contrato, pero la Fórmula 1 es una meritocracia,” dijo Marko. “Si el rendimiento no es el adecuado, incluso los contratos son inútiles. Al final de la temporada, nos sentaremos juntos y decidiremos quién es el mejor compañero para Verstappen en Red Bull.”
Para Perez, el mensaje es claro: debe ofrecer resultados en las últimas carreras de la temporada si espera permanecer en el equipo más allá de 2024. Mientras que su forma al inicio de la temporada – incluyendo cuatro podios en las primeras cinco carreras – sugería que podría competir en la parte delantera, su reciente caída ha dejado a Red Bull cuestionando su capacidad para contribuir de manera consistente.
Las apuestas no podrían ser más altas para Perez mientras se presenta en la parrilla en México. El público local lo animará, pero si ese apoyo se traduce en un rendimiento que salve su carrera aún está por verse. Con las ambiciones del campeonato de constructores de Red Bull pendiendo de un hilo, y su futuro en el equipo incierto, Perez enfrenta un momento crítico en su carrera.
Si quiere salvar su asiento, Perez sabe que solo hay una respuesta: ganar carreras, asegurar podios y demostrar que todavía pertenece a la cima del automovilismo.