En el mundo de alta velocidad de la Fórmula 1, donde las velocidades a menudo superan las 230 mph, Lewis Hamilton ha revelado un ritual personal previo a la carrera que va más allá de la simple preparación física. El siete veces campeón del mundo, que es admirado tanto dentro como fuera de la pista, compartió que antes de cada carrera, se toma un momento para orar—no solo por sí mismo, sino por la seguridad de todos los pilotos en la pista.
«Rezo cada vez antes de correr. Rezo para que todos estén a salvo,» confesó Hamilton.
La Fórmula 1 ha visto su buena parte de accidentes peligrosos, algunos resultando en pérdidas trágicas. A pesar de los avances significativos en las medidas de seguridad, el deporte sigue siendo inherentemente arriesgado. Hamilton, que ha estado involucrado en algunos accidentes aterradores, siempre ha salido ileso, y sus oraciones parecen ser parte de su forma de lidiar con ese peligro siempre presente.
A pesar de las extremas condiciones de la F1—donde los pilotos experimentan poderosas fuerzas G y compiten a centímetros del desastre a «velocidades locas»—Hamilton admitió que no teme a la muerte en la pista. Sin embargo, reconoce el respeto que se requiere para los peligros del deporte, reconociendo el potencial mortal de cada carrera.
«No [temo a la muerte], no. Pero aun así, estamos viajando a velocidades locas. Tienes que respetarlo,» dijo, añadiendo que su experiencia lo ha hecho más consciente de valorar el tiempo con su familia.
La temporada 2024 ha sido turbulenta para Hamilton. A pesar de conducir un W15 impredecible, ha permanecido decidido a terminar la temporada con una nota alta. El británico, que ha pasado más de una década con Mercedes, cambiará a Ferrari en 2025, marcando un nuevo capítulo en su ilustre carrera. Con casi 300 carreras a sus espaldas, el enfoque de Hamilton sigue siendo tan agudo como siempre, al igual que su compromiso con la seguridad, no solo para él, sino para todos los que comparten la pista.